Los Reinados del Ciberespacio

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El ciberespacio es un infinito de posibilidades matemáticas en construcción.

Es una inmensidad en la que los únicos límites dependen de nuestra creatividad, en donde todo lo bueno y lo malo concebible puede estar del otro lado de una puerta virtual en medio del desierto.

¿Qué está pasando en el mundo con la tecnología?

No sabemos si la tecnología nos estará ayudando a organizarnos y entendernos mejor, o quizá estamos viendo la materialización de todos los antiguos mitos fatalistas sobre la decadencia de la humanidad como consecuencia de sus propias creaciones.

Las ideas centrales del siglo XX y sus respectivas instituciones de gobernanza, están siendo sobrepasadas, mostrando una incapacidad de adaptación y escalado. No logran globalizarse del mismo modo que las redes sociales y las narrativas emergentes lo están haciendo.

Pareciera que los gobiernos cada día tienen menos control; las instituciones que los componen están caducas y colapsando, el grado de corrupción e incompetencia con el que operan es cada vez más difícil de esconder. Y no logran procesar el abrumador volumen de información frente a las redes que se expanden con velocidad sobre toda la población mundial.

El respeto de la ciudadanía por las formaciones políticas, sus integrantes y representantes disminuye a diario. Pues los discursos oficiales ya no logran explicar la realidad que percibimos. Los poderes fácticos se van quedando con menos herramientas para mantener el control, y necesitan recurrir a la violencia y la arbitrariedad más a menudo. Reafirmando así su semejanza con cualquier organización criminal en el imaginario colectivo.

Además el proyecto de globalización económica que proponen los estados nación no está siendo consensuado, es más bien impositivo. No todos están invitados y lo peor es que busca sostenerse con instrumentos financieros obsoletos. Aún utilizamos tarjetas de plástico, cheques de papel, cuentas en bancos centralizados con sistemas que se caen constantemente, con restricciones geográficas, con limitaciones arbitrarias que no parecen ser el camino hacia una economía tecnológicamente avanzada y próspera.

En suma los bancos centrales no parecen incentivados para construir un futuro optimista en el que puedan participar las mayorías.

La batalla por el control de las comunicaciones y la economía en la era digital es algo que anticiparon algunos proponentes de alternativas tecno-políticas desde hace algunas décadas. Por ejemplo, los defensores del voluntarismo en los años 90s; entendieron que en los mundos virtuales ya no serán los hombres armados quienes controlen las interacciones entre individuos. Sacar la violencia de la ecuación se convirtió en una de las ideas políticas más potentes de finales del siglo XX.

¿Pero cómo se sostienen los muros del ciberespacio?

Las plataformas que utilizamos a diario para comunicarnos no son una ilusión colectiva nada más.

Los primeros exploradores de los mundos virtuales entendieron el ciberespacio como una región a la espera de ser habitada, un territorio enorme y peligroso.

Y también se preguntaron: ¿Qué evita que esa realidad digital se desvanezca en cualquier momento como una nube de polvo?

Criptografía

La criptografía es la propiedad matemática que sirve de amalgama en el espacio digital, es el cimiento ontológico de los mundos virtuales. Es una proeza numérica que permite crear comunidades independientes en el ciberespacio sin necesidad de pedir permiso, posibilita crear universos con “nuevas leyes de la física”; habitados por individuos con valores en común y protegidos de la imposición de sus adversarios ideológicos.

Las implicaciones para el futuro de la organizaciones sociales son de primordial interés cuando entendemos que esta propiedad matemática que llamamos criptografía es una tecnología pública, a la que en principio cualquiera puede acceder. Y en teoría cualquiera puede crear su propio mundo con sus propias reglas, lejos del control de cualquier institución por poderosa que sea.

La evolución de las computadoras en red junto con la criptografía asimétrica generan en los años 90s un fuerte movimiento político que persigue la idea de construir una sociedad basada en privacidad y libertad; donde los mecanismos de coerción tradicional serán imposibles y finalmente la violencia se volverá obsoleta.

El razonamiento esencial del cryptoanarquismo

El razonamiento esencial del cryptoanarquismo es el siguiente: cuando la criptografía avanzada esté disponible para las mayorías será posible el total anonimato en las transacciones entre individuos que nunca se conocieron y nunca se conocerán.

La consecuencia lógica es que estas interacciones serán siempre voluntarias. Puesto que las comunicaciones irrastreables y anónimas imposibilitan la coerción necesaria para que unos obliguen a otros a obedecer por la fuerza.

En las estructuras tradicionales la amenaza de violencia está siempre presente y subyace a todas las convenciones. Mientras que en el ciberespacio protegido con criptografía, el uso de la fuerza se vuelve imposible.

Cypherpunks

A todo esto los Cypherpunks en la década de los 90s se dieron cuenta que para la construcción de un nuevo paradigma de organización social hacía falta otro elemento indispensable, además de la privacidad y el anonimato en las comunicaciones, siendo estos imprescindibles para la libertad, son insuficientes para una verdadera soberanía.

Para un proyecto alternativo de civilización es necesaria una economía independiente. Y no es sino hasta finales de la primera década del siglo XXI cuando se publica el protocolo de Bitcoin, concretando los objetivos de criptógrafos y activistas desde hacía décadas: un dinero digital anónimo e independiente del sistema bancario, imposible de censurar y diseñado específicamente para el mundo virtual.

Bitcoin y la tecnología Blockchain

Bitcoin y la tecnología blockchain se crearon con el objetivo explícito de ayudar a que la arquitectura de los modelos tradicionales que se resisten a soltar el control, finalmente termine por derrumbarse.

Los cripto-activos son durables, resistentes, difíciles de controlar, verificables por cualquiera, transparentes y seguros a la vez.

Crypto Token

Un Crypto Token (como un Bitcoin o un Ether) es un instrumento financiero que no depende ni de un banco ni de un gobierno, vive en una red distribuida por todo el mundo. Están en una dimensión virtual inalcanzable para los carteles tradicionales del mundo mercantil. Cualquiera puede usarlos si así lo desea, pero nadie puede controlarlos.

Las Organizaciones Autónomas Descentralizadas (DAOs) incorporan modelos de gobernanza que nos permiten generar reglas sin reguladores por primera vez en la historia. Forman parte de las tecnologías diseñadas para crear redes de confianza en la anarquía del ciberespacio.

De este modo, la nueva economía digital que utiliza tokens como Bitcoin y se organiza con DAOs está siempre en funcionamiento. Nunca duerme, no se detiene un solo instante, no hay nadie detrás para encenderla y apagarla. Su naturaleza descentralizada la hace también muy resistente a fallas mecánicas, errores humanos, ataques cibernéticos, etc. En suma los activos financieros de esta naturaleza están mejor adaptados para operar en los mercados virtuales del futuro.

Aunque mucha gente aún no lo sabe, estamos construyendo mundos alternativos muy poderosos que servirán de plataformas de convivencia, organización social, toma de decisiones y transferencia de valor de manera más efectiva que antes. Y que por su naturaleza descentralizada son imposibles de detener.

En consecuencia las DAOs que funcionan con tecnología Blockchain, operan por encima y a pesar de las instituciones tradicionales, y es sólo cuestión de tiempo para que Los Reinos del Ciberespacio se reconozcan como las estructuras dominantes de una nueva era.

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Ingeniero Químico con especialidad en Biotecnología. Emprendedor, inversionista, Ilustrador, promotor del arte, la cultura, filosofía de la ciencia y la tecnología. Profesor y desarrollador de tecnología blockchain.