Les quiero compartir que hice como empresario tomando decisiones.
El 1 de marzo de 2020 en nuestras oficinas de Desarrollo de Software decidimos que, por el bien de todo el equipo, trabajaríamos de manera remota, mejor conocido como Home Office.
Al principio me mostré escéptico, dado que estaba acostumbrado a “ver” con mis propios ojos el avance en nuestros desarrollos, pero debía priorizar la salud de mis compañeros.
Desde entonces han pasado casi 100 días en Home Office y creo estar en condiciones de ofrecer mi experiencia como empresario.
Quiero comenzar con los pros:
Amo estar en mi casa y sinceramente el tipo de trabajo que tengo me permite laborar desde aquí. Sólo necesito una buena conexión a internet y comunicación continua con mi equipo, por lo regular de 2 a 3 veces por semana.
Algunos de los trabajadores usaban 30 minutos para ir de su casa a la oficina y otros 30 para regresar a casa. Hoy no se preocupan por eso. Pues en lugares como la Ciudad de México los tiempos pueden ser tan extremos como 2 horas de ida y 2 de regreso. Si contáramos los 12 meses de el año, significaría que 2 meses de su tiempo lo pasaron en un transporte público deficiente, peligroso e insuficiente.
Gracias al Home Office puedo decir que esas personas tienen la oportunidad de vivir el tiempo perdido, al menos en lo que dura la Pandemia.
El sueldo les rinde más, ya no gastan ni en transporte público, gasolinas, ni en comprar alimentos fuera de casa.
La renta de la oficina asciende a $25,000 pesos mensuales y mantenerla funcionando me costaba $10,000 pesos más, entre energía eléctrica, internet, seguridad, agua y otros gastos que surgen. Ahora ese dinero se los transfiero a mis empleados…Sí, leíste bien, se los transfiero, pero no porque yo sea un empresario generoso, sino porque ellos ya pagan por esos servicios que necesito para que la empresa funcione; tienen internet en sus casas, pagan energía eléctrica, se alimentan allí, compran artículos de limpieza que yo ya no tengo que comprar.
¿Y qué decir del tráfico cuando iba a la oficina? Disminuyó, no sabría decirte en qué porcentaje ni hasta cuándo (por el tema de la Sana Distancia), pero así como yo, otros verán los beneficios y trabajarán desde sus casas.
Déjenme abordar los contras:
Quisiera tener un poco más de control.
Afortunadamente, mientras estábamos en la oficina logré crear un equipo motivado y comprometido, así que confío en ellos, en que no necesitan que alguien los vigile. Saben que tienen la oportunidad de trabajar desde casa y lo aprovechan en beneficio mutuo.
Confiar será el reto que todos los empresarios debemos alcanzar.
¿Qué haremos cuando todo regrese a una normalidad aceptable?
En mi experiencia como empresario, colocando en una balanza el bienestar de mi gente, de la ciudad donde vivo (no me gusta verla llena de carros, sucia, ni ruidosa) y la calidad de nuestros servicios, creo que trabajaremos desde casa 5 días de la semana y un día (y sólo por un par de horas) rentaremos una oficina de las llamadas Co-working.
Estoy seguro de que al menos el 50% de las empresas que puedan hacerlo (por el tipo de negocios que son), tomarán una medida similar y eso tendrá un efecto positivo en la calidad de las personas y de nuestras ciudades.
Si se quiere controlar la productividad y los avances en el trabajo te puedo recomendar estas herramientas:
- Zoom y Google Hangouts para las videollamadas.
- Monday.com para la asignación de tareas y control de avances (esta es de paga, pero ey, ya te estás ahorrando muchos gastos hoy mismo).
¿Y qué decir del e-commerce?
Medidas como las que ya tomamos las veo en otro tipo de negocios más tradicionales, como los abarrotes, negocios de comida o cualquier tipo de tiendas. Ya que uno de los gastos más fuertes en los que incurren es la renta.
He visto a muchos de ellos cerrar porque fueron obligados a hacerlo. Unos ya no volverán a abrir, pero otros decidieron abrir una tienda en línea porque su costo de apertura es más bajo.
Si bien es cierto que la población que abre una tienda en línea está entre los 20 a 45 años, personas de más edad podrían adoptarla si encuentran soluciones que ofrezcan:
- Facilidad de apertura: En el mismo instante y que sea lo más fácil de usar
- Accesibilidad: Nadie quiere pagar $8,000 pesos por crear una tienda en internet que además requerirá que un profesional se la mantenga actualizada.
Existen otros factores como el poder cobrar en efectivo o pagar comisiones accesibles. Mercado libre cobra hasta el 17.5%…. ¿No sabías? Imagínate si tu ganancia es del 20%, podríamos decir que trabajas para Mercado Libre.
Ya existe un crecimiento en el e-commerce y creo que toda persona que desee abrir un nuevo negocio no sólo considerará básico tener energía eléctrica en su local, internet, o aceptar pagos con tarjeta: tener una tienda en internet será básico para operar exitosamente.
He leído y visto los avances en una plataforma de e-commerce que te ofrece una tienda en internet en 20 minutos. Tendrán planes gratis, $299 y hasta $999 al mes. Se llama Tiangus y saldrá a finales de junio de 2020, es una primicia, te la paso al costo.
Las rentas de oficinas bajarán porque la nueva normalidad lo demanda. Muchos abrirán tiendas en línea por el costo operativo, las ciudades tendrán menor afluencia de vehículos particulares y de transporte público, la calidad de vida de mucha gente mejorará. Esa utopía que parecía que debía salir del corazón colectivo de los empresarios que sólo veían por sus bolsillos, se lo debemos a una pandemia (al fin y al cabo, hasta la persona más fea tiene su lado bonito si se le sabe buscar… me refiero a la pandemia).
Si crees que puedes adoptar el Home Office en tu empresa te cuento que la sociedad, tu ciudad, tu gente y tú mismo lo agradecerán.
Antes quizá creías que el gobierno era quién debía ofrecer una mejor calidad de vida a los ciudadanos…. Ahora veo más claro, tú puedes ofrecerla.