A medida que las personas regresan al lugar de trabajo híbrido, los lazos que los unen deben reconstruirse. Tan solo en los últimos 18 meses, la mayoría de las organizaciones han experimentado cierto nivel de fractura. Al mismo tiempo que la cohesión cultural y conexiones sociales se tensan.
Los desafíos ante el trabajo remoto, el proceso de averiguar cómo sería volver a la oficina y culturas que hacen sentir a los trabajadores devaluados, son algunos de los elementos que han contribuido en atentar con un sentido de comunidad. Sin olvidar que la mayoría de nuestras interacciones en el trabajo remoto son con nuestros colegas inmediatos.
En base a una investigación realizada por Microsoft, sugiere que la colaboración multifuncional se redujo hasta en un 25% a medida que las interacciones dentro de los grupos incrementaron durante la actual pandemia.
El trabajar en la reconstrucción de los lazos tiene un rol muy importante para la reincorporación del trabajo híbrido. Especialmente porque la mayoría de las personas no han tenido una evolución ante la pandemia. Por ejemplo, puede que nuestros valores y prioridades hayan cambiado. Que nuestro sentido de propósito y significado hayan ampliado. O incluso que nuestra ansiedad haya incrementado. Por lo que resulta fundamental volver a familiarizarnos en lo nos hemos convertido cada uno.
Crear nuevas identidades compartidas
Por naturaleza, las personas somos triviales. De forma predeterminada, los que se encuentran fuera de nuestro grupo son catalogados como “otros”. Con una alta probabilidad de no confiar en ellos.
Este pensamiento nosotros-ellos, se verá intensificado si no se fortalecen las conexiones interfuncionales.
Por ello resulta muy importante dejar que las personas establezcan nuevas identidades compartidas que los puedan unir. Esto ayuda sus cerebros a reorientar nuevas relaciones, viendo a colegas que en su momento fueron “ellos” con nuevos ojos.
Acelerar la solidaridad
Las relaciones entre funciones son en especial, difícil de formar con solidaridad cuando estas no han sido vistas o habladas en mucho tiempo. A medida que las personas regresen al trabajo en cualquiera de sus formas, como el trabajo híbrido, es necesario invertir tiempo para reestablecer las relaciones no solo dentro del equipo, sino entre el mismo equipo y socios clave de la organización.
Construir cohortes de aprendizaje de liderazgo
Los líderes que modelan la empatía, la curiosidad, la competencia con el conflicto y un genuino deseo en crear un éxito compartido generalizado, contribuye en la construcción de asociaciones multifuncionales más sólidas. No obstante, estas habilidades de liderazgo no son naturales. En especial para los líderes con alto enfoque en resultados. Que se han desarrollado en entornos demasiado jerárquicos.
A medida que los nuevos líderes se reincorporen a su nueva normalidad o trabajo hibrido, es necesario invertir en el desarrollo para establecer comunidades de aprendizaje de cohortes que logre vincularlos entre sí, al mismo tiempo que sus aspiraciones organizacionales compartidas.
La reconstrucción de relaciones en el regreso al trabajo hibrido es muy importante. No solo para incrementar la productividad de la empresa y seguir con enfoque, sino para recuperar esas conexiones sociales. Saberse y sentirse humanos, que son parte de un mismo equipo y que trabajando en equipo pueden lograr los objetivos planteados.