La llegada de la covid-19, tuvo como consecuencia el cierre parcial o definitivo de varias startups. Mientras que algunas más tuvieron un crecimiento. Aunque unas en mayor medida que otras. Si bien, se podría pensar que esto está estrechamente relacionado al sector, tipo de producto o servicio, lo cierto es que este es tan solo uno de los elementos. Poniendo en evidencia la necesidad de emprendimientos sociales, conscientes e inclusivos en México.
Para obtener una visión más amplia y acertada sobre el futuro del emprendimiento, echemos un vistazo a las predicciones realizadas por el profesor Juán Réhak del Tecnológico de Monterrey. Quien, además, nos comparte su propuesta para generar nuevos negocios. Con un enfoque más humano y resistentes a crisis dado el sentido de propósito de estas.
El emprendimiento consciente como solucionador de problema sociales
A diferencia del emprendimiento tradicional, el emprendimiento social busca generar un impacto positivo en el mundo. Contemplando a los sectores que generalmente son ignorados o desatendidos por los modelos de negocio. De modo que esta modalidad resulta muy atractiva para los emprendedores que buscan resolver un problema real, mientras generan utilidades y al mismo tiempo contribuyen a generar un impacto positivo en su comunidad, su país, el mundo, etc.
Partiendo de las palabras de Ján Rehák, se trata de como incluyen distintos segmentos de la población, cómo les facilitan la labor de iniciar su propio negocio, generar su propio empleo o incluso generar unos nuevos.
Dicho de otra forma, el emprendimiento social busca atender una problemática social o ambiental de una manera innovadora. Por ejemplo, está el caso de Laboatoria. Un centro de formación que busca empoderar a las mujeres e inicien su carrera en la tecnología. Lo innovador de este emprendimiento, es que capacita a mujeres en condiciones vulnerables o desatendidas por las empresas. De modo que, nos demuestra que es posible mejorar nuestro futuro independientemente de nuestra situación actual o la edad.
El nuevo concepto para startups
Siguiendo la declaración de Ján Rehák, nos comparte un nuevo concepto. Uno llamado emprendimiento consciente. Explicado por el propio autor, consiste en un emprendimiento más cercano a lo tradicional en el sentido de sin fines de lucro y que a su vez, sea capaz de responder a cualquier oportunidad en el mercado. Sin embargo, cambia de ecuación, sobre el principio del emprendimiento en maximizar utilidades.
Dice que el emprendimiento consciente tiene la capacidad de generar hasta diez u ocho veces más utilidades que los emprendimientos tradicionales. Debido a que no solo se enfocan en maximizar utilidades. También brindan valor a medida que avanzan en los problemas que los rodean.
Aconsejando a los futuros emprendedores que sí, desean construir una empresa para toda la vida, es importante que esta genere utilidades, pero sin que este sea el único enfoque. De manera que se necesita de un propósito transformador.
Sin embargo, el emprendimiento consciente, podría ubicarse entre el emprendimiento tradicional y el emprendimiento social. Debido a que su principal objetivo principal no es resolver una problemática social o ambiental, pero si parte de su estrategia.
Para brindarnos una idea del impacto que tiene este tipo de negocios, comparte que, en la actualidad, existen fondos de inversión social y fondos de capital de riesgo que invierten en estas empresas donde el retorno de inversión es el impacto.
Los beneficios del emprendimiento consciente
Finalmente, menciona que entre los beneficios que tiene el emprendimiento consciente son: tener un fuerte sentido de propósito, reconocimientos internos y externos, alcanzan el impacto social que buscan mientras adaptan a su medida las problemáticas locales y globales.