Cuando comencé a escribir sobre los rasgos de un buen emprendedor, me puse la firme meta de no hablar expresamente de negocios; pues en los últimos años ayudando a impulsar empresas y a formar emprendedores en Latinoamérica, he podido identificar actitudes, mentalidades y rasgos que van más allá de los números y los modelos económicos. Esos pequeños detalles que hacen la gran diferencia y que, de emprendedor a emprendedor, vale reconocerlos y adoptarlos.
Los buenos emprendedores que conozco:
1. Cuidan de su persona
A diferencia de lo que muchos creen, más horas de trabajo, no significa siempre avances mayores en tu trabajo. Al iniciar un negocio es normal que nos dediquemos todas las horas que podamos al desarrollo del mismo, nuestros hábitos alimenticios se descontrolan y nuestro sueño sufre descompensaciones severas. Llenamos nuestras agendas a tope y no tenemos días libres.
Te puedo asegurar que ese es el camino directo a quemarte, tanto física como mentalmente y al paso de varios meses querrás abandonar. Sin duda llevar una vida bien equilibrada es básico para un emprendedor. Hacer ejercicio, conectar cuerpo-mente, cuidar lo que comes y descansar bien son necesarios para ser creativo y cuando de innovar en los negocios se trata, la creatividad es una carta que todos queremos jugar.
2. ¿Y por qué?
No importa la edad que tengas ni que tanta madurez creas haber alcanzado, ¡Piensa como un niño siempre!.
Sin duda la pregunta más frecuente cuando somos pequeños es y siempre será ¿Y por qué? La razón es simple, así es como nuestra mente pretende entender algo, preguntándonos las razones de las cosas, es la expresión de nuestra curiosidad ante el mundo. Curiosidad que debemos buscar tener como compañera de vida y confidente.
Pregunta de todo y por todo, observa, visualiza, experimenta, prueba diferentes cosas, las más que puedas, eso hará que tu horizonte de posibilidades crezca día con día. La próxima vez que se te presente un problema, podrás verlo desde diferentes ángulos y realidades.
3. Como salido de un Cómic
Observa a un personaje, a cualquiera que este sea, si puedes pensar en tu favorito, es mejor. Tomate unos minutos para pensar en qué lo hace ser lo que es, que poderes posee, sus habilidades desarrolladas, su personalidad, la forma en que se expresa; observa también sus fortalezas y sus debilidades. Observa sus miedos y los valores que lo guían.
Te darás cuenta que sin importar lo fuertes, grandes, ricos, poderosos o testarudos que sean, eventualmente necesitarán unirse a otros para vencer fuerzas más grandes. Piénsalo un momento, podrías ser Iron Man, pero incluso Tony Stark tiene a los Avengers, Batman a la Liga de la Justicia y Bombón no sería nadie sin Bellota ni Burbuja. No importa si elegiste un antihéroe o un villano, el ejercicio funciona bajo el mismo principio.
Hacer equipo es una de las habilidades más importantes en el emprendedor, pues es la aceptación de sus propias debilidades y fortalezas para ejecutar una acción más grande que sus alcances personales. Un buen emprendedor siempre pregunta en qué puede ayudar a su equipo, entra a escena o sale de ella cuando se le necesita y no busca llenar todas las páginas con sus acciones. El objetivo común es más importante.
4. Cree en lo imposible
Me gusta imaginar a los grandes emprendedores no reconocidos de nuestra historia, esas personas que decidieron hacer algo por que creían en algo más grande.
Como esos primeros hombres que cruzaron estrechos, porque creían que habría un futuro mejor para todos del otro lado o aquellos que construyeron la primera embarcación de la historia y zarparon creyendo que encontrarían algo nuevo y diferente.
Un emprendedor debe de tener la misma habilidad de creer, que no es otra cosa que tener confianza en algo o en alguien. Aprende a creer, en ti mismo y en otros emprendedores. Compra a otras startups, prueba sus servicios, conoce sus propuestas y el ¿por qué hacen las cosas?, ofrece tu ayuda. La confianza es como el agua a las plantas en el emprendimiento, así que siempre que puedas riega un poco a los que te rodean y tu maceta nunca sufrirá sequias.
5. Se divierte
El camino del emprendedor está lleno de retos, tanto culturales, físicos, mentales y económicos. Sin embargo, los retos sentimentales me parecen los más difíciles de sortear. Emprender es como una montaña rusa de emociones, las primeras veces que estás arriba la emoción sale de tu pecho y gritas feliz al mundo, pero cuando toca el turno de estar abajo, sientes como si todo estuviera en tu contra y en esta etapa es difícil volver al punto inicial.
Por eso es muy importante que busques divertirte en todo momento, busca la felicidad en pequeñas cosas y disfruta con poco. Estás construyendo tu sueño, los problemas deberían de resultarte fascinantes, pues son oportunidades de probar tus ideas.
“Si puedes soñar y no dejar que los sueños te dominen.
Si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objeto.
Si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso.
Y tratar a estos dos impostores de la misma manera…”
Kipling, Sí , 1895, 9-12
Ingrediente secreto
Si bien, no existe una receta a seguir para ser un buen emprendedor, estos son algunos ingredientes que he podido probar en emprendimientos de alta cocina. Mentes locas de personas libres. Comienza a incluirlos en tus recetas.