Cada vez hay menos jóvenes españoles interesados en dedicarse a la ingeniería agrónoma, pese a las diversas áreas laborales que ofrece y la demanda de profesionales.
Hace mes y medio, Francisco Medina, administrador de una empresa que gestiona compañías agrícolas, busca dos perfiles que se integren a su equipo de trabajo. Sin embargo, sólo han recibido una solicitud. Ni contando con la ayuda del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Andalucía y la Universidad de Córdoba, han encontrado candidatos que deseen aumentar sus conocimientos mientras laboran.
Del mismo modo, otra empresa de Tenerife compartió que se encuentran en situaciones similares. A pesar de buscar arduamente a un profesional que los apoye trabajando con invernaderos de plantas ornamentales, no han encontrado ni un solo candidato.
Tratando de encontrar una explicación, Medina concluyó que la situación puede atribuirse a distintas razones. Una de las principales podría ser el malentendido de que el campo laboral de un ingeniero agrónomo se limita al cultivo. No obstante, esta idea no podría estar más alejada de la realidad.
Con la incorporación de la tecnología, cada vez son más específicas y especializadas las áreas en las que se pueden desempeñar estos profesionales. Lugares como Almería y Málaga, cuyos cultivos subtropicales requieren de cuidados técnicos, son afectadas al no ser atendidos por la gente adecuada.
Falta tanto interés, que las universidades no pueden responder las solicitudes de colaboración con empresas, según comunicó Rosa Gallardo, directora de la Etsiam de Córdoba.
Es por eso que Gallardo reconoce la responsabilidad de las escuelas y la industria por incrementar el número de profesionales en la materia, y comunicar las oportunidades que representa y su demanda laboral.