Los cambios traen innovación, y la innovación lleva al progreso.
Mucho se habla de la innovación como actividad esencial de una empresa y ciertamente lo es. Las actividades de innovación contribuyen a lograr una mayor productividad, en la prevención de errores, facilitan el proceso de toma de decisiones, aumentan la satisfacción del cliente, procuran una mejor organización del equipo humano, y favorecen un eficiente uso de los recursos de la empresa.
No pensemos que la innovación es cualquier idea que se te venga a la cabeza. Entendamos que no todas las ideas se pueden materializar; pues hay que evaluar su pertinencia, costo, riesgo y el impacto que representan en toda la organización y en los grupos de interés. Por tanto:
la innovación no se da por generación espontánea. es un proceso continuo.
Qué es la innovación y sus tipos
En una empresa la innovación es la introducción mejorada principalmente de un producto, de un proceso, de las estrategias organizativas y comerciales, de la tecnología, entre otras.
De acuerdo al Manual de Oslo, “Medición de las Actividades Científicas y Tecnológicas. Directrices propuestas para recabar e interpretar datos de la innovación tecnológica”:
“Las innovaciones de producto representan cambios importantes en las características de los productos o servicios, e incluyen tanto aquéllos que son completamente nuevos, como los que han experimentado mejoras sustanciales. Innovaciones de proceso son cambios significativos en los métodos de producción o distribución. Las innovaciones organizativas se refieren a la aplicación de nuevos métodos organizativos. Pueden ser cambios en las prácticas empresariales, en la organización del trabajo y en las relaciones externas de la empresa. Las innovaciones comerciales comprenden la puesta en marcha de nuevos métodos comerciales y pueden suponer cambios en el diseño y la presentación del producto, en la promoción y posicionamiento del mismo o en los métodos de fijación de precios.” (2005:20)
Para poder implementar los cambios en los métodos de trabajo de la organización es necesario generar una planeación de las actividades de innovación que considere la fijación de objetivos claros, la exploración de alternativas y el establecimiento de hipótesis. Así como de las pruebas que sean necesarias para determinar su factibilidad, y evidentemente, su implementación y medición de resultados.
Una vez analizado las implicaciones de innovar; considera que las nuevas y cambiantes condiciones tanto en el ecosistema de negocios como en nuestra vida diaria, exigen que la empresa pueda adaptarse y aportar valor significativo en esta “nueva realidad” para seguir adelante. En otras palabras, la reactivación de los negocios encuentra bases sólidas en la innovación empresarial.
Cuestiónate siempre en qué actividades de tu negocio puedes mejorar y cuáles te permiten adaptare a las condiciones del entorno y aportar valor significativo. Cuando tengas una idea investiga sobre ello y planea la manera en que puedes generar un proceso de innovación. Siempre busca otras perspectivas, trabaja en tu inspiración, creatividad y no la sueltes.
La innovación es un arte que requiere tiempo, paciencia, y mucha perseverancia. Y una vez que lo logras generarás cambios positivos en tu negocio y en tu vida diaria.
¡Manos a la obra!
No te olvides que te podemos asesorar en la Plataforma de Inteligencia en los Negocios A.C., una organización sin fines de lucro que desde 2011, impulsa el emprendimiento y el desarrollo integral de las empresas a través de programas de incubación en línea, reactivación acelerada y financiamiento.