En la República Mexicana es cada vez más frecuente ver el crecimiento de diversos bazares que, ya sea se especialicen en la venta de indumentaria, productos gastronómicos o de cuidado personal, tienen como finalidad la promoción y comercialización justa de nuevos productos ofrecidos por emprendedores tanto mexicanos como provenientes de diversas partes del mundo.
Los bazares de diseño se han convertido en un facilitador y método de subsistencia para quienes radican en ellos de forma fija o rotativa, por lo que la reciente situación mundial ha dejado (aparentemente) inhabilitados a sus participantes.
Las estrategias y perspectivas que se han tomado han sido diversas, pero todas con un mismo objetivo, mantener a flote plataformas que involucran y apoyan un sinfín de proyectos que alguna vez solo fueron sueños.
Los bazares de Ciudad de México
Dos de los bazares de diseño con más afluencia en la Ciudad de México son Libre Liebre Bazar y Tribu Bazar (también presente en otros estados de la república). Creados hace 7 años, tuvieron sus últimas ediciones presenciales durante la primera quincena de marzo, justo días y horas antes (respectivamente) de que se activara la alerta de emergencia sanitaria en el país.
En palabras del equipo de Libre Liebre, estas plataformas se caracterizan por “generar un espacio de visibilidad para los proyectos de diseño independiente y por el trato amable de sus participantes, reflejando la identidad de las marcas que exponen; siempre con la dedicación de sus organizadores para ofrecer propuestas originales y de calidad con precios accesibles al alcance de un público joven que valora los productos hechos en México“.
Por su parte, el equipo de Tribu Bazar añade: “pertenecemos a un colectivo de trabajo con una intención y propósito común: ayudar a la mayor cantidad de emprendedores a crecer de modo profesional para que puedan vivir de su talento.”
Dificultades y retos de la cuarentena
La problemática principal de los bazares de diseño radica en la incertidumbre de no saber cuándo se volverá a poder realizar su evento de manera presencial. “Sobre las medidas, comprendemos que el aforo tanto en cantidad de expositores como de visitantes debe ser reducido y debemos llevar al pie de la letra las indicaciones y consejos de la secretaría de salud, pero por ahora hemos decidido no hacer eventos presenciales hasta que el color del semáforo cambie a amarillo o verde” expresó Jacobo Vázquez, frontman de Tribu Bazar.
La nueva relación bazar-expositores-público
Al igual que en nuestra vida diaria, el aislamiento también afectó la relación entre los organizadores y los expositores de los bazares de diseño, pero contrario a lo que muchos podrían creer, la hizo más fuerte. “Tanto los expositores como nosotros nos vimos en la misma situación, así que empezamos a generar una red de comunicación donde todos podíamos difundir y promover las propuestas de otros“, nos cuenta el equipo de Libre Liebre.
Por su parte, Jacobo de Tribu Bazar explica la dinámica que desarrollaron a raíz de esto: “La ‘nueva normalidad’ nos hizo crecer en este mundo volátil y nos convirtió en 100% digitales. Gracias a esto nace un nuevo proyecto llamado ‘#tribumarketerdigital’ en donde aplicamos todo nuestro expertise adquirido a través de los años en marketing digital y lo ponemos al servicio de otros. Diariamente estamos vigentes para los expositores, compartimos contenido de valor que puede ayudarlos a cruzar esta tormenta. También hacemos charlas y damos tips todos los martes a las 9:00 pm desde mi IG personal con temas de interés sobre emprendimiento”.
Acciones y estrategias
Los eventos de este año crearon y aceleraron proyectos. Para Tribu Bazar la acción fue “directa, ofensiva y de rápida solución“, comentó Jacobo. “Estábamos en Querétaro finalizando nuestro evento y fue la misma noche del 16 de marzo cuando comenzamos con la planeación de lo que seguía por hacer, ¡la respuesta del público ha sido genial!“
“Creamos las primeras 2 fases de nuestro modelo de e-commerce: rediseñamos nuestro sitio web con una política de $0 en rentas mensuales ni comisiones de venta para expositores, llevamos a cabo el primer bazar virtual a puerta cerrada transmitido en su totalidad en vivo y con envíos inmediatos a domicilio en CDMX. Además, realizamos otros 9 bazares virtuales que levantaron ventas de los expositores en muchas regiones de la república mexicana. Todo julio 2020 servimos de ‘vitrina’: ayudando a 10 marcas por semana desde nuestras redes y llevando así más prospectos hacia sus perfiles. En agosto llega la fase 3 de nuestro proyecto de e-commerce, que esperamos se convierta en un referente de venta en línea a nivel nacional e internacional. Consiste en darle a todas las marcas de emprendedores acceso sin renta mensual ni comisiones por ventas en nuestra página desde el 15 de agosto al 15 de septiembre”, nos compartió el frontman de Tribu Bazar.
En el caso de Libre Liebre Bazar, este periodo promovió la reactivación de proyectos que se habían pospuesto, como lo es su nueva tienda física Libre Liebre Mini. “Nos dio tiempo y claridad para que comenzaran, con eso integramos una plataforma comprometida en la distribución de productos mexicanos que incluye eventos, venta en línea y puntos de venta colocados en lugares estratégicos.”
“La respuesta del público ha sido súper positiva, al principio nos preguntan constantemente cuándo volveríamos al bazar, pero ahora con los nuevos puntos pueden encontrarnos más fácilmente y podemos llevar el bazar a sus hogares, donde las personas pueden visitar y seguir apoyando a emprendedores mexicanos”, concluyó el equipo de Libre Liebre.
Hay muchos otros espacios similares a estos que han tomado nuevas medidas a raíz de la pandemia. En Guadalajara, por ejemplo, tenemos el caso del bazar La Mirilla que cuenta con app en la que de forma simple y cómoda puedes encontrar las marcas con las que colaboran, hacer pedidos, conocer nuevas propuestas musicales, entre muchas otras cosas que facilitan la cercanía con los creativos mexicanos.
La “nueva normalidad”
Es necesario reconocer que estamos atravesando una etapa difícil y muy diferente a cualquiera que hubiésemos vivido antes. Pero también es fundamental tomar conciencia de que gracias a estos espacios y las personas que los conforman, el diseño y la comunidad creativa mexicana están más latentes que nunca, así como las oportunidades para sacar adelante (junto con otros emprendedores) nuestros proyectos en un entorno amplio e internacional como lo es el de los medios digitales.
En palabras de Jacobo Vázquez de Tribu Bazar “si deseas ayudar al comercio local lo puedes lograr haciendo que circule el dinero, consumiendo a productores mexicanos y recomendándolos mucho, ya que con esta gran acción tú puedes reactivar la economía del país.”
Conozcamos sus propuestas y consumamos nacional. ¿Qué otros bazares de diseño o plataformas creativas mexicanas conocen?