Al hablar de errores al ser empresario hay cualquier cantidad de libros y artículos que te señalan varias áreas de oportunidad a trabajar.
Libros que te comentan cómo administrar el dinero, cómo tomar decisiones respecto a quién contratar, qué necesitas hacer para ser un líder en lugar de un jefe, y hasta cómo convertirte en una empresa innovadora, disruptiva y lean.
Pero te quiero hablar de “el error”.
De aquello que, en mi experiencia, apenas se está poniendo sobre la mesa gracias al COVID-19: lo que sientes. Un tema del que poco se dice.
Lo que sientes
Uno de los grandes errores al ser empresario es no estar consciente de tus emociones y sentimientos, ni de los de tu equipo. Te invito a reflexionar y a responder para ti, lo siguiente:
- ¿Dónde quedan tus emociones a la hora de pelear con el dragón de tres cabezas que no te paga a tiempo o con el león que devora tus ahorros en un abrir y cerrar de sus fauces?
- ¿Cómo te sientes de saber que no vendiste, que tienes deudas y que no puedes pagar la nómina?
- ¿Qué emoción surge al saber que la gente no considera suficientemente bueno tu producto como para siquiera probarlo gratis?
- ¿Es burnout? ¿Es enojo? ¿Es frustración?
- ¿Cómo sabes que no es depresión?
De las emociones se habla poco en los negocios, porque quizás no hay ni tiempo de hacer un alto y dejarse sentir, ya que hay que moverse en modo urgente como emprendedor y sacar todo adelante. O parece que es un tema del que se encarga solamente Recursos Humanos y por ello existe ese departamento.
Sensación, Emoción y Sentimiento
Lo primero que necesitas saber es que no es lo mismo una sensación, que una emoción o un sentimiento.
Una sensación es ese cambio que surge en el cuerpo: vacío en el estómago, escalofríos, cabeza pesada, hormigueo, temblores, frío, calor, etc.
Una emoción es esa respuesta que surge ante un estímulo externo, por ejemplo: miedo ante una araña. Es una reacción espontánea y le pertenece al cuerpo.
Un sentimiento es una emoción más que un pensamiento: Aquí es cuando entran nuestras interpretaciones, conclusiones y creencias de lo que debería ser y de lo que no, de lo que aprendimos de nuestros padres y de otros empresarios. Puedes estar muy enojado, pero al involucrar tus pensamientos tienes la capacidad de soltarlo rápidamente y entrar en un proceso de resiliencia.
Las emociones tienen un propósito
Existen 5 emociones básicas donde cada una de estas emociones tiene un propósito, y es que el cuerpo humano reacciona al estímulo externo para que se dé cuenta de algo que necesitamos. Es decir:
EMOCIÓN: NOS QUIERE DECIR LO QUE DEBEMOS ESCUCHAR EN NUESTRO CUERPO, QUÉ NOS CONVIENE HACER
M: MIEDO, Protección.
A: AFECTO, Vínculo, conexión con el otro.
T: TRISTEZA, Reflexión, recogernos.
E: ENOJO, Hay una invasión, una falta de respeto y nos conviene poner límites.
A: ALEGRÍA, Energetización
Esto es muy parecido a los personajes de la película “Intensamente”, ¿recuerdas a Furia?
Cada una de estas emociones tiene diferentes niveles o umbrales. Por ejemplo: el enojo quizá comienza con molestia, incomodidad, disgusto, enfado, mal humor, ira, y furia; o la pasión es un nivel alto de energía dentro de la clasificación de la alegría; así como la depresión forma parte de los umbrales de la tristeza. Es decir, son 5 emociones básicas, pero de ellas se desprenden todas las demás.
Por ello, si no entiendes qué es lo que te quieren decir tus emociones, difícilmente entenderás a tus clientes y a tu equipo. Tienes que comenzar a desarrollar tus habilidades blandas.
Debes ser consciente que, quizá, lo que impide un gran crecimiento en tu compañía es la falta de conexión emocional con tu equipo.