Belle, el anime que ‘proclama’ el futuro de internet

Belle, el anime que ‘proclama’ el futuro de internet

Con base en la convicción de dos personalidades nace Suzu, una adolescente nipones que enfrenta la realidad de dos mundos adversos entre sí. Mediante una búsqueda incesante, Suzu se aventura en un mundo digital donde cada sujeto se construye acorde a sus propias convicciones, deseos, miedos o anhelos.

¿Qué pensar del futuro cuando el avance de la tecnología parece no tener límites? El ser humano ha sabido adaptarse a los requerimientos que la sociedad en general ha desarrollado a lo largo de la historia. Internet, es un mundo que falta por explorar, sin embargo, hasta este momento, a un sujeto le es posible tener dos personalidades. Gracias a diversas plataformas digitales que emanan realidades y convicciones que antes se conocían como ciencia ficción.

Descubrir su identidad es el viaje que comienzan 5 millones de usuarios en un mundo totalmente digitalizado. Belle, es la nueva película creada y dirigida por Mamoru Hosada. En dicha historia, se narra un sentido ‘futurista’ respecto a internet. El cual arguye a un espejismo de la sociedad actual, vislumbrada por el metaverso.

El metaverso de Belle no es extraño a la cultura digital actual; conductas reprimidas y la bifurcación entre el bien y el mal son algunos de los aspectos narrados en el anime interpretados desde la faz de internet.

El autor Mamoru Hosada

Mamoru Hosada, creador de Belle, desde los años 90’s ha realizado trabajos audiovisuales para diferentes medios de comunicación como cine y televisión; en el año 2011, co-fundó junto a Yuichiro Saito el estudio Chizu (Studio Chizu). Lo cual los ha llevado a ganar premios en el mundo de la animación en Tokio Anime Awards de 2007 y 2010. Entre sus animes más destacados se encuentra Mirai, mi pequeña hermana (2018), El niño y la bestia (2015), Los niños lobo (2012).

En cada una de sus películas narra historias que superan la realidad. Por lo tanto, y siguiendo esa génesis, ahora nos cuenta acerca de “U”. Un mundo digital con millones de integrantes, mismos que define a partir de datos biométricos, tipo de personalidad y habilidades ocultas; de esta manera, consigue sujetos virtuales capaces de formar parte de una nueva realidad enajenando lo real con la ‘ficción’; así los personajes inhiben su realidad por medio de usuarios que les permiten estar en un mundo ideal.

Las historias del anime

El anime apela entre la delgada línea marcada por la ciencia ficción y la fantasía acotando sobre la esencia de los personajes que navegan por internet. Al tener el poder de elegir una personalidad, el sujeto idealiza su sentido de pertenencia sin temor a ser juzgado. Los usuarios de ‘U’ son individuos que no temen a su verdadera personalidad. Tal es el caso de Suzu, que tras haber padecido algunos acontecimientos, pocos favorables a sus emociones, ingresa al metaverso con una nueva personalidad capaz de impactar al resto de los usuarios digitalizados.

La convicción del amor tradicional rebasa las fronteras en internet, en “Belle” se concibe al amor a partir de una concesión de carencias emocionales, vacíos y preconcepciones poco conscientes en la vida real. El vínculo emocional entre Belle y la Bestia (Dragón) se origina a partir de este principio, entendiendo el duelo, dolor, trauma y la experiencia que han vivido en la vida real ambos personajes.

Si, la historia narra la metáfora de la “Bella y la bestia” tradicional creada en los años 90’s por Disney. Sin embargo, la adaptación que hace Mamoru Hosada, se realiza a partir de una nueva dimensión de la realidad social y personal de los sujetos que conforman un mundo por medio de internet.

Internet y realidad, dos mundos diferentes. Lo insignificante, rutinaria y oprimida vida de los personajes vs. la posibilidad de horizontes infinitos creados a partir de un mundo idóneo para aquellos personajes identificados con algún vacío psíquico. En este contexto (real-virtual) Belle y Dragon están en una búsqueda constante de su propia personalidad, al mismo tiempo que combaten con fuerzas ajenas a su propio poder virtual.

En Belle, se observan dos mundos paralelos, uno como consecuencia de otro, pero en ambos mundos, se aprecia que tan distantes están el uno como el otro. La pregunta es, ¿Cuánta es la distancia entre lo digital y la realidad?

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