Desde que el término de metaverso comenzó a popularizarse a finales del 2021, empresas de diversos sectores han comenzado a adoptar esta tecnología como parte de su estrategia para impactar más usuarios. Ahora es la industria musical que adopta las nuevas tecnologías para transformar la forma de vivir y sentir los conciertos 2022.
Warner Music Group, considerada como la tercera compañía de música más grande en el mundo, inicia la adopción del metaverso con un parque temático musical. El parque, podría ser una alternativa a los conciertos presenciales que se han cancelado por la actual crisis sanitaria.
Artistas y fanáticos descubrirán una forma distinta de conectar y vivir una experiencia musical, literalmente de otro mundo. Donde la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada, se convertirán en el pase de entrada para escenarios y experiencias únicas e inigualables, imposibles de vivir en el mundo real.
Es en manos de esta compañía, que la música inicia sus pasos en el metaverso. Un sitio que, apoyado de los inmensos recursos, texturas y formas que lo componen, llevaran a los asistentes en reconectar lo más cercano posible a un concierto presencial. En un intento de recuperar la economía de los artistas que se vio afectada ante la cancelación masiva de conciertos.
El parque temático musical
El parque temático de la compañía que estará enfocado en conciertos, estará en manos de The Sandbox. Basado en Ethereum y un ecosistema de juego. De forma que, en los próximos meses, iniciarán la venta de terrenos digitales “lands”, que girarán en torno a una sala de conciertos.
The Sandbox, cuya sede se encuentra en Hong Kong, considera que las propiedades digitales estañen su mejor momento. Un terreno digital barato, ronda los 19,000 dólares. El año pasado, la compañía vendió un terreno digital con el valor de 4,3 millones de dólares.
Por su parte, Warner Music Group, invirtió el año pasado en la startup Wave, cuya misión consiste en ofrecer un entretenimiento virtual de renombre. Sin embargo, ante una invención tecnológica de esta magnitud, se requiere una minuciosa revisión de los contratos de los diversos artistas. Debido a que deben tener actualizaciones que les garanticen una nueva forma de monetización y protección de su arte.
Por ejemplo, ahora, los conciertos podrían efectuarse de forma holográfica en representaciones en NFT. Este último, podría ser una propuesta tentadora para grandes compañías y dinastías musicales para reencarnar a los artistas que ya han partido de este mudo con un arte aun por explorar.