El pasado 21 de septiembre se llevó a cabo la entrega de los Emmys 2020, premios dedicados a la excelencia en la televisión estadounidense.
En una victoria histórica, y contra todo pronóstico, Zendaya resultó ganadora en la categoría Mejor actriz en una serie dramática. A sus 24 años, ella es la mujer más joven en recibir dicho reconocimiento, gracias a su interpretación de Rue en la aclamada serie de HBO Euphoria.
Con tan sólo una temporada, Euphoria se perfila como una de las series que definirán a nuestra generación, la generación Z; cómo olvidar el furor del maquillaje neón, integrado por actrices, modelos y beauty bloggers y que imitaba el estilo de la serie. Hoy, millones de personas esperamos ansiosos el regreso de Rue, Jules, Maddy y Kat.
El despertar de una generación
Aunque cada año se estrenan decenas de series adolescentes, son pocas las que logran superar la prueba del tiempo. Las que rompen con las convenciones del género. Ahora, hablamos de Euphoria, pero diez años atrás hubo dos series que causaron un impacto cultural tan grande que, al día de hoy, prevalece; Skins y Glee.
Dos series que, magistralmente, retrataron lo problemática que es la adolescencia, el crecer y convertirse en adulto. Series que escandalizaron al hablar sin tapujos de la sexualidad, las drogas y, no menos importante, la salud mental.
Skins (2007–2013)
Para empezar, es necesario mencionar que varios de los actores que estelarizaron esta serie, se convirtieron en importantes figuras. Entre ellos, Nicholas Hoult (X-Men: Días del futuro pasado), Dev Patel (Quisiera ser millonario) y Daniel Kaluuya (¡Huye!).
Durante siete temporadas, Skins mostró con crudeza a la juventud británica; jóvenes repletos de defectos, y cuyos intereses principales eran el sexo y el alcohol. En esta serie, prevalecían las –extensas– escenas musicalizadas de fiestas.
Lo más característico de Skins (y que, de alguna forma, fue replicado por Euphoria) está en la forma de contar la vida de sus personajes. Cada episodio dedicado a uno de los protagonistas, viendo desde su perspectiva y permitiéndonos profundizar en su historia.
Otra de sus características más importantes sería la ausencia –a veces intencional– de los padres, así como las consecuencias de la misma.
Con dos novelas y un remake estadounidense, Skins fue una revolución completa. Fue valiente e irreverente. La serie que mostró a la adolescencia como nadie se había atrevido; como una etapa dolorosa (y tan compleja como la adultez). Entre muchas otras cosas, plagada de desilusiones amorosas. I’ll love you forever, Sid. That’s the problem.
Glee (2009–2015)
Hablar de Ryan Murphy es referirnos a uno de los creadores televisivos más destacados de la última década; avalado por el éxito de series como American Horror Story, American Crime Story, Feud y Pose. En cambio, Glee sería apenas su segunda serie como productor y, en definitiva, aquella que lo catapultaría a la cima del éxito.
En este programa musical (muy alejado del mundo de ensueño presentado en High School Musical), los protagonistas son un grupo de jóvenes preparatorianos, diversos en preferencias sexuales, creencias religiosas y raza. Ellos son muchas cosas, menos populares.
Es ahí donde estuvo el gran acierto de Glee: en su elenco y en sus personajes atestados de inseguridades y que, por ende, se sentían reales. Además, esta serie fue de las primeras en incorporar a una actriz con Síndrome de Down; Becky Jackson, quien aspiraba a ser animadora, era un personaje complejo, tímido, pero impulsivo.
Gira de conciertos, película y dos reality shows. Si bien la serie perdió su rumbo tras la repentina muerte de Cory Monteith, Glee representó un parteaguas para la televisión estadounidense. Una serie que denunciaba el bullying y la homofobia, y que abordaría el acoso sexual, los embarazos adolescentes y los desórdenes alimenticios.
A pesar de la inclemencia con la que trataba estos temas, Glee también fue una programa sobre las metas y cómo estas se pueden cumplir por inalcanzables que parezcan. Recordemos, Don’t Stop Believin.
Los tres programas mencionados en este artículo son obligados para los seriéfilos. Skins y Glee están disponibles en la plataforma de streaming Netflix, mientras que Euphoria se encuentra disponible en HBO Go. ¡Coméntanos qué te parecieron!