Todos los días estamos expuestos en el mundo digital, la realidad es que somos más vulnerables de lo que creemos y muchas veces no llegamos a dimensionar la cantidad de riesgos que hay, este fenómeno ocurre por el desconocimiento ante las amenazas que hay, las cuales son muy variadas y se encuentran de distintas formas, sabores y colores. Es por ello que te presento una de las amenazas más comunes que existen, ante la cual estamos expuestos cada que accedemos a internet.
Llevamos años escuchando que debemos cuidarnos de los virus, gusanos, troyanos y demás; sin embargo, es importante entender que todos ellos pertenecen a la familia de los “malwares”.
Lo podemos definir como todo programa diseñado con algún fin dañino, los malwares pueden robar información o causar algún tipo de error en tu equipo.
Estos se combinan entre sí, y adoptan características de otros, explotan diferentes nuevas vulnerabilidades que existen en el mercado y en el mundo, lo que permite que todo el tiempo se estén están actualizando.
Un gran problema que debe prevenirse
Hoy vamos a hablar del ransomware, es un tipo de malware que se define como “malware de rescate”.
Se caracteriza porque impide al usuario acceder a su sistema o a sus archivos personales, el cual exige un pago de “rescate” por el control o acceso a ellos; por medio de un pago que puede ser en bitcoins o tarjeta de crédito.
El ransomware usa la ingeniería social, una forma de engañar a la gente con el fin de que acceda a sitios maliciosos, o que abra archivos adjuntos, aparentando que proceden de una institución de confianza o algún amigo.
E incluso, instituciones policiales advirtiéndote que en tu equipo detectaron actividad ilegal como pornografía o contenido pederasta, para inducir el miedo, lo que provoca una inquietante necesidad de recuperar los datos.
La amenaza puede incluir la dirección IP, la compañía de servicio a internet e incluso una fotografía captada desde la web cam.
¡No hagas clic!
Puedes encontrar este ransomware por medio de correo malicioso, o spam; son mensajes no solicitados y usualmente pueden incluir archivos adjuntos como PDF o Word.
En ocasiones pueden dirigirte a sitios web maliciosos, o en actualizaciones de sistemas o programas que parecen fiables; por lo general este malware se infiltra por medio de un archivo o programa que induzca al usuario a hacer clic.
Actualemente, el ransomware se ha distribuido a través de las redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea.
Es importante entender que el ransomware en general no roba ni accede al contenido de la información, sino que bloquea el acceso a ella.
Este es uno de los crímenes más comunes en el internet, creció de manera exponencial en 2014, desde el primer gran ataque de ransomware en 2013, esta ciber-amenaza ha hecho a los hackers ganar millones de dólares en rescates y ha costado a las empresas miles de millones en pérdidas. Así que no lo olvides, ¡no hagas clic!