El almacenamiento en la nube, se ha convertido en la bodega preferida por la mayoría de las personas, liberando espacio en el disco local, con la comodidad de acceder a sus archivos desde casi cualquier lugar con tan solo un dispositivo y conexión a internet.
Por ello, este tipo de almacenamiento ha despertado el interés de los piratas informáticos para acceder a estos archivos y obtener información delicada. Especialmente en las empresas. Resulta importante conocer y aplicar distintos recursos para elevar la protección de estos archivos y evitar que estos terminen en manos equivocadas.
Protección de la cuenta
La protección de la cuenta de Google es fundamental. A medida que implementemos buenas medidas de seguridad, disminuiremos las posibilidades de sufrir algún tipo de ataque que puede poner en riesgo no solo los archivos de la nube, sino el resto de productos que ofrece esta compañía.
Lo primero, es hacernos de una buena contraseña. Evitando usar frases o términos comunes que podrían descifrarse con facilidad. Por ejemplo, puede sr una combinación entre números, mayúsculas y minúsculas. Del mismo modo, la autenticación de dos factores mejora aún más la seguridad.
Precaución al compartir archivos
Al momento de compartir archivos, es importante que nos aseguremos que únicamente la persona que brindemos acceso podrá visualizar e archivo. Evitando que estos archivos estén disponibles de forma pública y cualquier persona con el enlace pueda acceder a estos. En este sentido, debemos prestar atención a los privilegios que concedemos a las personas. Evitando que sean alterados o en el peor de los casos, eliminados y perder parte o toda la información.
Emplear programas verificados
Para evitar ser víctimas de cualquier ataque, debemos descargar y utilizar aplicaciones oficiales, desde sus legítimos sitios de descarga. Si bien, existe software que figura como una alternativa o de distintas fuentes que, en la mayoría de los casos no son verificadas, estas no nos ofrecen la seguridad y tranquilidad que las aplicaciones oficiales.
Enlaces de terceros
Finalmente, tenemos un último consejo que se aplica a los anteriores. Antes de hacer clic en cualquier enlace que recibamos en los diversos medios digitales, debemos tomarnos un tiempo en revisar la URL. Desde el ordenador, basta con posicionar el cursor sobre el enlace para observar en la parte inferior izquierda de la pantalla la dirección URL a la que seremos dirigidos. Si esta no inicia con https, lo mejor será deshacernos del mensaje. Mientras tanto, en los móviles, basta con hacer un clic presionado y seleccionar ‘copiar enlace’ y pegarlo en el bloc de notas. Así veremos si el enlace es de confianza.