La moda es de quien la quiere hacer suya; y, en Aguascalientes, México, Fernando Muro (31) vive y comparte su versión de ella con el mundo.
Fernando ha recorrido un largo camino, desde su infancia apoyando en el negocio familiar de venta de ropa; su adolescencia, cuando formó parte de una de las tribus urbanas más importantes de los 2000s, a sus estudios de Licenciatura en Enseñanza del inglés (misma que ejerció por casi una década).
Durante ese último periodo creó los primeros bosquejos de “MURO”, tienda homónima a su apellido, donde vende ropa de segunda mano por medio de un modelo de ventas híbrido (físico-digital).
Añadido a esto, la vida de Fernando ha cambiado radicalmente este último año al convertirse en una creciente figura pública en redes sociales, con nuevas experiencias y oportunidades que jamás hubiera imaginado (como modelar para start-ups nacionales).
Su contenido en un principio se basó en elaborar videos con sugerencias de estilo o tutoriales DIY; después, los clips se hicieron más variados, tocando temas y planteamientos de crítica social y amor propio, generando que muchas personas se sintieran identificadas con su mensaje y provocando, inevitablemente, debate en línea.
Toda historia tiene un principio
Iniciaste tu proyecto “MURO” cuando cursabas la Licenciatura en Enseñanza del Inglés, si consideramos ese tiempo, ¿cuántos años llevas trabajando en él?
Mi vida era un relajo: era profesor de primaria, había iniciado mi tesis y, al mismo tiempo, tenía un amigo con el que salía mucho de fiesta.
Me di cuenta que a la gente le gustaba cómo vestíamos, y pensé “¿por qué no vender lo que ya no utilizo? Lo voy a hacer a la par de la escuela”. Originalmente no imaginaba dedicarme únicamente a esto.
De pequeño ayudabas a tus papás en su negocio de ropa en el tianguis, pero, fuera de este primer contacto, ¿qué te hizo interesarte y frecuentar la moda?
Sí, tuvieron un puesto desde que nací hasta que tenía como 14 años, pero siento que la hice mía por ahí de los 15-19 años.
En la búsqueda de un sentido de pertenencia, yo me juntaba con los “emos” de mi ciudad, nos veíamos y nos vestíamos para cada fin de semana; pensaba: “me quiero ver de esta manera y voy a hacer lo que sea para lograr parecer parte de este grupito de niños”.
Otra “chispita” fue en las tiendas “Sanborns”, ahí vendían una revista llamada “Nylon, México”. Estaba siempre “hambriento” de comprarla y leer los contenidos; allí dije: “Es que a mí esto es lo que me gusta, mucho”, y como que ahí empecé a sentir cercana la moda.
Fue como un faro de luz para un niño queer en una ciudad no central, quién tal vez, aunque no tenía el dinero, ni recursos para vivir de la moda, al leer estos artículos, ver el styling en las fotos y la esencia de la revista, sintió que había un mini-mundo que estaba ahí para él.
“ (…) Cuando entré a la licenciatura me fui por la decisión más confiable, por así decirlo: para conseguir trabajo y no ‘morirme de hambre’. Enseñanza es una carrera hermosa (y siento que a veces es muy menospreciada en nuestro país), pero al final dejó de llenarme. Ahora me doy cuenta que este tipo de carreras (creativas) son mucho de autogestión, pasión y compromiso…”
Esto aún no termina
Fernando Muro logró concretar su sueño de una forma que no esperaba, repercutiendo en múltiples oportunidades para demostrar su verdadero ser por medio de la moda.
Si estás interesado en seguir conociendo los éxitos y vida de Muro, te invitamos a que estés al pendiente de las siguientes dos entregas de la entrevista.