En estos tiempos todo mundo habla de transformación digital y se espera que sea un imperativo aún mayor para las organizaciones en un futuro a corto plazo.
Contrario a la creencia popular, la transformación digital tiene menos que ver con la tecnología y más con las personas. Se puede adaptar prácticamente cualquier tecnología, pero la capacidad para adaptarse a un futuro aún más digital depende del desarrollo de la próxima generación de habilidades; cerrando la brecha entre la oferta y la demanda de talentos y preparando su propio potencial y el de los demás.
Probablemente ya se haya escuchado hasta el cansancio:
si el negocio u organización no está en la cima de la transformación digital, entonces corre el peligro de quedarse atrás.
La transformación digital, junto con los cambios tecnológicos asociados, como la automatización, son temas candentes en las noticias de hoy. De hecho, si se retrocede un par de siglos, se verá que los impactos de la tecnología moderna en los trabajadores han estado sujetos a un debate crítico durante mucho tiempo.
¿Qué es la transformación digital?
Debido a que la transformación digital se puede ver desde diferentes perspectivas para cada negocio, puede ser difícil determinar una definición que se aplique a todos. Sin embargo, en términos generales, la transformación digital se define como la integración de la tecnología digital en todas las áreas, que resulte en cambios fundamentales en la forma en que operan las empresas y cómo entregan valor a los clientes.
Más allá de eso, es un cambio cultural que requiere que las organizaciones desafíen continuamente el estatus quo, que sigan experimentando, que se sientan cómodos con el fracaso y que aprendan de ello. Esto a veces significa alejarse de los procesos comerciales sobre los que se construyeron las empresas en favor de prácticas relativamente nuevas que aún se están definiendo.
La transformación digital es inevitable
Cuando se observan los diversos puntos de la historia en los que la tecnología ha cambiado la forma en que se realiza el trabajo, se puede notar que realmente, es un ciclo continuo en cada generación. Innovamos y buscamos formas de utilizar esa nueva disrupción para hacer que nuestro trabajo sea más eficiente o efectivo.
En el caso de lo digital, la introducción de tecnologías digitales no se trata solo de las eficiencias comerciales internas. Hoy en día, es parte de la expectativa de los clientes que las empresas deben estar actualizadas y ofrecerles las diversas características que la tecnología digital puede proporcionar. Incluso cuando la introducción de esa tecnología para el cliente hace que un trabajo que solía hacer un ser humano puede llegar a ser obsoleto.
Reorientación de habilidades
La transformación digital se trata de cómo la tecnología ayuda a cambiar las condiciones bajo las cuales se conciben los negocios; de manera que cambien las expectativas de los usuarios, clientes, socios y empleados.
Por supuesto, la nueva tecnología no siempre significa redundancia automática para los humanos. A veces significa que se requiere reorientación de habilidades, por ejemplo, pasar de un sistema basado en un escritorio a algo basado en la nube.
Ahora más que nunca, la intersección de varias tecnologías nuevas es lo que permite un conjunto completamente nuevo de capacidades. Cada una es importante, pero si funcionan en conjunto, su convergencia es lo que es esencial para que surjan soluciones innovadoras. Es una lente para comprender el futuro y los posibles impactos de una cuarta revolución industrial para cualquier organización.
¿Qué hacer para una transición hacia la verdadera transformación digital?
Si bien el futuro puede parecer más ambivalente e incierto que nunca, confiamos en que una apuesta bastante fuerte es enfocarse en capacitar y mejorar a las personas para que estén mejor equipadas para adaptarse al cambio.
Del mismo modo que nuestros esfuerzos pasados nos han permitido adaptarnos a nuestro mundo actual más digital y virtual. Con el tiempo, una proporción aún mayor de trabajos, tareas, actividades y carreras encontrarán formas ingeniosas y novedosas de coexistir en el mundo digital.
Dar prioridad a la persona
Una máxima de la tecnología es hacer más con menos; pero esa combinación es efectiva sólo si se combina la tecnología con las habilidades humanas correctas.
Así como la irrupción de la tecnológica generalmente ha llevado a la automatización y a la eliminación de trabajos obsoletos, también ha creado nuevos empleos. Por ese motivo, la innovación se describe comúnmente como destrucción creativa. Pero el aspecto creativo de la innovación depende completamente de las personas. Si podemos aprovechar la adaptabilidad humana para volver a capacitar y mejorar nuestra fuerza laboral, entonces podemos evolucionar simultáneamente la humanidad y la tecnología.
La ecuación es simple: la innovación más brillante es irrelevante si no tenemos la habilidad suficiente para usarla, e incluso las mentes humanas más impresionantes tendrán que asociarse de una u otra forma con la tecnología. La principal implicación es que cuando los líderes piensen en invertir en tecnología, primero deben pensar en invertir en las personas que pueden hacer que esa tecnología sea útil.
Potenciar las habilidades blandas
Así como la transformación digital se trata más de las personas que de la tecnología, las habilidades tecnológicas clave son las habilidades blandas, como una forma de llevar a cabo con éxito las habilidades duras. Claro, el mercado de reclutamiento está de moda para analistas de ciberseguridad, ingenieros de software y científicos de datos. Pero existe una necesidad aún mayor de personas que puedan recibir capacitación en lo referente a las habilidades blandas.
La mejor manera de hacer que una organización se centre más en los datos y sea digital es confiar en personas que son más adaptables, curiosos y flexibles en primer lugar. Dado que nadie sabe cuáles serán las habilidades clave para el futuro, la mejor acción es apostar por las personas que tienen más probabilidades de desarrollarlas.
La filosofía de desarrollo de talento
Es combinar este doble enfoque en el potencial para habilidades blandas y el conocimiento para habilidades duras. Se seleccionan personas con alta capacidad de aprendizaje (personas con una mente insaciable) y se unen sus intereses con las habilidades demandadas, mientras se entiende que las habilidades duras pronto pueden quedar obsoletas, por lo que la clave es que su curiosidad permanezca intacta.
La competencia técnica es temporal, pero la curiosidad intelectual debe ser permanente.
Impulsar el cambio desde el liderazgo
La idea del cambio de abajo hacia arriba o de base, es romántica e intuitiva. En realidad, es mucho más probable que ocurra un cambio si se conduce de arriba hacia abajo. Esto no significa que se deba adoptar una estructura autocrática o jerárquica o que se necesite una cultura del miedo. De hecho, es una simple cuestión de liderazgo, ya sea transaccional o transformacional.
En el contexto de la transformación digital, la implicación principal es que no se puede esperar grandes cambios o actualizaciones para una organización a menos que se comience seleccionando y desarrollando a sus principales líderes en esa dirección.
Nunca ha sido más claro que el liderazgo, tanto bueno como malo, caiga en cascada para impactar en cada aspecto de la organización, y que hasta el 50% de la variabilidad en el desempeño del grupo o unidad sea atribuible al líder individual. Por lo que cuando se pregunta sobre el factor más importante para determinar la efectividad de la transformación de una organización, la respuesta generalmente es: el CEO o el líder de la empresa.
Invertir en el talento
Claro, la industria, el contexto, la cultura, las personas, el legado y la tecnología real son importantes, al igual que los recursos. Sin embargo, la mayoría de estas cosas tienden a ser bastante similares entre los competidores directos. Mientras que la mentalidad, los valores, la integridad y, sobre todo, la competencia de los líderes más importantes se destacará y será el principal diferenciador.
No es necesario decir que todo en los negocios se puede copiar, excepto el talento, por lo que, si se busca impacto, hay que invertir en el mejor talento, que es donde se obtendrá el valor máximo.
La característica distintiva en la guerra por el talento es siempre el liderazgo: de lo que hablamos es de las habilidades requeridas, como la ingeniería de software, pero la clave es encontrar a las personas que puedan administrar a los ingenieros de software y hacer que trabajen en equipo para mejorar su rendimiento.
Asegurarse de estar actuando sobre los datos
Gran parte de la discusión actual sobre los datos se centra en la IA (Inteligencia Artificial) o tipos específicos de inteligencia informática, como aprendizaje automático “machine learning” o aprendizaje profundo “deep learning”. Estos poderosos avances en IA son emocionantes, sin embargo, no los vemos como el principal diferenciador para proteger una organización en el futuro.
Una ventaja competitiva mucho mayor es aprovechar los datos valiosos, tener las habilidades necesarias para traducir esos datos en ideas significativas y, sobre todo, poder actuar sobre esas ideas.
Los datos sin visión son triviales, y la visión sin acción no tienen sentido.
Debemos enfatizar demasiado la importancia de este punto, porque muchos líderes empresariales operan bajo la falsa suposición de que, si contratan científicos de datos o compran herramientas de inteligencia artificial sofisticadas, sus problemas desaparecerán o de alguna manera se volverán más de alta tecnología.
La gran diferencia entre Google, Amazon, Facebook y el resto, es que no sólo es el poder intelectual de sus científicos de datos o la funcionalidad real de su tecnología. Han sabido aprovechar los activos de datos sorprendentes y tienen excelentes algoritmos para interpretar (y monetizar) esos datos, pero su ventaja estratégica clave y su mayor activo es que viven, respiran y actúan de acuerdo con los datos. Los datos realmente son su vida, y eso es algo que no se puede comprar; se cultiva, se nutre, lo aprovechamos con el tiempo y, sobre todo, con liderazgo.
Si fallas, que sea rápido
Si fallas, que sea rápido, pero si no puedes fallar rápido, asegúrate de tener éxito lentamente
Está bien tener éxito lentamente si no puedes fallar rápido. Al final del día, el fracaso es sólo una estrategia para alcanzar el éxito a largo plazo, por lo que, si se elige otra estrategia, está bien, sólo hay que asegurarse de que realmente se pueda llegar al objetivo. No obstante, hay que recordar que pocas cosas generan estancamiento y una falsa sensación de seguridad, como una obsesión por el éxito. Debemos aprender de nuestros fracasos, pero también de cómo llegamos al éxito.
¿Cómo prepararse para la transformación digital?
Preparar una hoja de ruta
Se debe tener una visión estratégica de cómo la tecnología afecta y continúa desarrollándose dentro de la industria. ¿Dónde encaja el negocio? ¿Cómo se posicionará la empresa para aprovechar los avances tecnológicos?
Elaborar una hoja de ruta que sea lo más específica posible, que funcione como guía desde el punto de partida identificado hasta los objetivos clave que la empresa debe cumplir.
La tecnología por el bien de la tecnología no es una gran posición para tomar y es difícil obtener la aceptación de los empleados, quienes son una parte crítica de cualquier transformación. Si no existe un mapa claro de los objetivos específicos, no se podrá lograr ninguna transformación digital.
Incluir agilidad operativa
La agilidad operativa debería ser un resultado clave de cualquier transformación. La transformación digital brinda una gran oportunidad para impulsar esa agilidad operativa, agilizar los procesos y garantizar que los miembros del equipo tengan herramientas fáciles de usar.
Cuando se prioriza la agilidad operativa, podemos obtener una serie de beneficios de flujo continuo, como; mejor productividad, mayor velocidad de comercialización de nuevos productos o servicios, procesos más ágiles y la mejor utilización de sus activos. Incluso puede desbloquear nuevas fuentes de ingresos para las empresas.
“Lo digital ha transformado más que sus canales y clientes. También lo revoluciona desde adentro, cambiando la forma en que se hace negocios. La tecnología digital no sólo acelera el ritmo del cambio, sino que también brinda nuevas oportunidades para las empresas que pueden adoptar la tecnología lo suficientemente rápido”. (Forrester)
Comunicarse a tiempo y con frecuencia
La comunicación y la capacidad de influir en el equipo de trabajo son partes vitales de una transformación digital exitosa. El cambio a menudo se ve con sospecha o incluso con hostilidad: es la condición humana tender a querer permanecer estable y evitar el cambio.
Por lo que comunicarse a tiempo y con frecuencia es muy importante. Los miembros del equipo necesitan saber por qué deberían ocuparse y cuáles son los objetivos para la transformación. Efectivamente, se les está haciendo saber que no se trata de cambiar solo porque pueden hacerlo, sino para hacer avanzar a la empresa, mejorar los resultados, mejorar sus condiciones de trabajo y cualquier otro resultado que se esté buscando.
Es posible que también haya otros interesados que se necesite convencer, como socios o jefes de diferentes unidades del negocio. Es vital tener esa visión clara y comunicarla claramente para obtener su aceptación.
Definir la cultura empresarial
A veces, una transformación digital puede requerir una redefinición de la cultura empresarial, o al menos una reafirmación para involucrar a los miembros del equipo a lo largo del proceso. Una transformación exitosa implica el compromiso de todos, en todos los niveles del negocio, por lo que es importante que la cultura empresarial lo facilite.
Por ejemplo, las empresas que están muy aisladas pueden tener dificultades para obtener la aceptación, especialmente si tradicionalmente las personas se han adherido a “su” área, o existen barreras para la comunicación. Las empresas que fomentan culturas colaborativas, con un compromiso con la innovación, tienden a poder superar la transformación digital con mayor facilidad.
¿Qué tan fácil es implementar tecnología digital?
La transformación digital requiere tecnología digital. Eso tiene sentido, pero ¿qué tan fácil es implementar tecnología digital?
Incluso cambios menores en una tecnología pueden tener consecuencias no deseadas en otras tecnologías. Esto puede volverse más complicado y costoso. Aquí hay algunos pensamientos sobre cómo cambiar esto.
Visualizar el panorama
Destacar el estado actual de la tecnología, los riesgos de no modernizarse, y luego visualizar el panorama futuro con las ventajas relevantes observadas.
El uso de microservicios
Desarrollar tecnologías de acoplamiento más flexible para que los cambios en una plataforma puedan hacerse independientes de otras. Esto incluye el uso de microservicios.
Estrategia de nube
Desarrollar una estrategia de nube primero. La tecnología de nube tiende a ser más flexible, ampliando y retrocediendo según sea necesario. También tiende a ser más variable de una estructura de costos, lo que significa pagar por la tecnología que se utiliza en lugar de comprar más de lo que se requiere.
Documentar
Aplicar principios y prácticas de arquitectura empresarial para documentar y refinar la información comercial, el proceso y los cambios tecnológicos necesarios para ejecutar la estrategia. Con cada cambio técnico que se realice, la arquitectura empresarial ayuda a garantizar que se conozcan todas las implicaciones de la transformación.
Retirar la vieja tecnología
Retirar la vieja tecnología. Muchas compañías son excelentes para presentar lo nuevo, y a menudo son incapaces de eliminar lo viejo y lo redundante. Un ejemplo es la excesiva dependencia de la informática de mainframe en la era digital. Esto proporciona una larga vida útil de la tecnología anterior y, a menudo, significa que los datos residen en demasiados lugares para ser utilizados de manera efectiva. Y crea una variedad de riesgos de seguridad.
Estandarizar
Estandarizar la mayor cantidad de tecnología posible. Se puede tener múltiples compañías operativas o unidades de negocio en la empresa, y pueden ser lo suficientemente diferentes como para justificar una tecnología diferente. Pero hay que recordar que Amazon opera como una empresa con diferentes perfiles como parte de su negocio. Incluso una empresa tan diversa como esa desarrolló una tecnología central común para ser utilizada en todo momento. El ritmo de cambio en la era digital requiere repensar la huella tecnológica. Seguir estos pasos son un buen camino para el éxito.
Lo que viene
Si las organizaciones no desarrollan su estrategia, el mundo cambiará demasiado rápido a su alrededor, dejándolas atrás. Las organizaciones existentes deberán cambiar, eso es un hecho. Pero para los nuevos participantes, el futuro puede ser más prometedor.
A medida que las industrias y las organizaciones se vuelvan obsoletas, surgirán otras nuevas. La transformación digital creará nuevas oportunidades increíbles para innovar. Como mínimo, tenemos que estar de acuerdo en que muchas de las organizaciones actuales no pueden simplemente superar esto. Los riesgos son demasiado altos. Debemos tener un plan y tomar medidas, de lo contrario, la irrelevancia nos espera.
“Las empresas no logran crear el futuro no porque no puedan predecirlo, sino porque no lo imaginan. Lo que les falta es creatividad y curiosidad, no perspicacia. La experimentación, junto con una planificación estratégica sólida es la fórmula ganadora”. -Gary Hamel.