Hace algunos años, la industria de los videojuegos era sinónimo de entretenimiento, donde las personas solo gastaban dinero y tiempo sin obtener ningún beneficio. Sin embargo, en la actualidad las reglas del juego cambiaron y ahora son sinónimo de oportunidad y crecimiento. Esta es la razón por la que algunas personas prefieren videojuegos que trabajar en un empleo sin salida laboral o sin crecimiento.
El futuro de los videojuegos
Para contextualizar esta idea, repasemos algunos ejemplos puntuales. Roblox permite a niños y jóvenes integrarse al mundo digital construyendo sus propios videojuegos mientras aprenden a programar. Creada por David Baszucki, está presente en gran variedad de plataformas con su propia moneda virtual y un sistema de micropagos para adquirir elementos personalizados.
The Sandbox, por su parte, es el videojuego de metaverso de Ethereum que permite a sus usuarios crear mundos virtuales, compartir y monetizar NFT. Fue justo en esta plataforma donde el rapero Snoop Doog compró un terreno virtual con un valor de 450,000 dólares hace un par de meses.
Según Statista Digital Market Outlook, la industria de los videojuegos cerró el 2021 con ventas superiores a los 154,000 millones de dólares. Partiendo con estos casos, podemos ver que la industria de los videojuegos se ha convertido en una de las más lucrativas y populares alrededor del mundo.
La nueva economía
En el caso particular de México, según The Competitive Intelligence Unit (CIU), en 2021 se contabilizaron más de 76 millones de gamers a nivel nacional. Es decir, un 60% de la población total. Estos números dejan de manifiesto una creciente demanda que supera la oferta, por lo que se requieren perfiles más especializados y capacitados en esta industria, mayormente programadores.
Partiendo con cifras de Statista, a nivel global, se estima que el valor del mercado de videojuegos produzca ganancias de 269,000 mdd para el 2025.