El estilo de vida que involucra la práctica del yoga cada vez se ha propagado más entre la población de jóvenes y adultos modernos, quienes además de practicar esta disciplina, se ven inmersos en los Yamas y Niyamas que el yoga instruye para vivir en armonía y paz entre sus pensamientos y el mundo que nos rodea.
El Yama o principio que ha captado más la atención es el del AHIMSA, el cual es un llamado a la no violencia en ninguna de sus formas. Este lo hemos visto tanto en letreros, estudios de yoga que utilizan este como nombre, artículos e incluso como estilo de vida.
Pero el AHIMSA va más allá de la violencia que somos capaces de dar a otros, ya sea física o mental (pensamientos, palabras, etc.), esto también se refiere a que tampoco debemos violentarnos a nosotros mismos. Cuando buscamos una vida de no violencia primero debemos trabajar en nuestro interior y reflexionar a profundidad desde quienes somos, que comemos, que damos y que hacemos.
AHIMSA – Violencia física y emocional
Ejercer violencia sobre uno mismo, no es solo superficialmente a través de cortadas o golpes hechos a conciencia debido a estados depresivos más críticos que requieren ayuda profesional. También es los pensamientos que tenemos en el día a día. Por ejemplo, algo común es equivocarnos y decir o mentalizar “soy un estúpido” “estoy mensa” “doy vergüenza”. Tal vez puedas pensar que estos pensamientos son pasajeros o son por dramatismo del momento.
En realidad, está comprobado que los pensamientos negativos tienen un mayor efecto en nuestro subconsciente que los positivos, es por ello que AHIMSA propone una mayor conciencia de lo que ideamos en el interior; que pasaría si después de decir por inconsciencia “soy un estúpido por equivocarme” continuáramos con: “no es verdad, di la mejor que pude, no quise equivocarme por gusto, la próxima vez lo hare mejor, porque aprendí a través de la experiencia”
Tal vez podrías llegar a creer que estos pensamientos recriminatorios no afectan en lo mínimo, pero es al contrario, entre más pensamientos negativos por muy cortos o largos que sean se vayan mentalizando, estos lentamente afectarán como te relacionas con el exterior en ambientes familiares, con amigos, de escuela o trabajo.
Un día inicias con negatividad personal, a la siguiente semana se refleja en tu comportamiento con los demás, quienes al ver esta actitud a la defensiva podrían reaccionar de la misma manera o peor, creando un círculo vicioso que se expande con mayor facilidad que la energía positiva. Este es un ejemplo sencillo, ¿te lo imaginas replicado a gran escala, cuando la violencia física y emocional llega a sus límites?
AHIMSA – Violencia en ¿la comida?
Tal vez este apartado pueda traer confusión, ¿puede la comida ser violenta? La respuesta sencilla es sí. Muchos de los practicantes de yoga de todos niveles, al irse involucrando en el estilo de vida de los Yoga Sutras, inician la transición al veganismo.
Aunque en algunos casos la sociedad lo toma a burla o como estereotipo de “persona alternativa”, la respuesta del porqué su dieta es basada en plantas podría estar en el AHIMSA.
Hablar de un estilo de vida vegano, vegetariano y sus vertientes podría tomar artículos completos de extensos porque son beneficiosos para el planeta, la salud y lo más importante, libres de violencia hacia un ser vivo.
La ganadería es una actividad económica que causa controversia entre veganos y no veganos, pero en general, las prácticas más comerciales que hacen que la carne se mantenga a bajo costo y que no cambian al pasar de los años, son crueles e inhumanas. Esto en parte no ha cambiado debido a la alta demanda de carne que exige la población.
Aquí es donde AHIMSA propone un estilo de vida libre de crueldad hacia otro ser vivo, tratar de que nuestro cuerpo esté en paz con los seres que nos rodean y consumir de manera responsable.
AHIMSA – Conócete a ti mismo
AHIMSA también propone el conocimiento de uno mismo porque a través de este comenzamos a perdonarnos, adaptarnos y sobre todo amarnos, lo cual dará como resultado una vida en paz y que este compromiso de no violencia no sea forzado, que simplemente forme parte de tu ser.
Cuando comienzas a reflexionar y meditar para llegar a un camino de sanación te darás cuenta del porqué tenemos ciertos pensamientos negativos respecto a ti mismo o lo que te rodea y a veces no entiendes por qué te disgusta.
Al principio, la práctica de AHIMSA incluye la vigilancia y observación constante de nosotros mismos cuando interactuamos con otros, tomando nota de nuestros pensamientos e intenciones para actuar de forma no violenta.
Afabilidad, amabilidad, cordialidad, dulzura, suavidad, ternura son algunos de las características de la no-violencia. También lo son comprensión, paz, diálogo, amor, comunicación, acuerdos, compasión y empatía.
Esto también aplica con nuestro cuerpo, amarnos como somos y aceptar nuestros defectos, a su vez mantenernos sanos, es por eso que, al practicar yoga, cuando se hace correctamente, se entra a un entorno de comprensión del cuerpo y estar consiente que todo es práctico. Si en ese momento mi cuerpo no está listo para una postura o asana, mañana, o en un en mes, tal vez lo esté, pero jamás perder el balance y la esperanza.
Fuentes: Yogae, Ciudad de México, 2022. https://www.yogaye.com/blogs/blog/ahimsa-el-primer-yama
