Feminismo para principiantes y no feministas

maria-oswalt-unsplash
maria-oswalt-unsplash

En el Kínder, me preguntaban qué cuál niño me gustaba. No me gustaba ninguno todavía, pero me lo preguntaban los adultos. Como algo que tenía qué pasar. La Cenicienta, Blanca Nieves y sus príncipes azules me daban ideas. Las novelas de mi mamá también.

Lo interesante es que no me preguntaron con qué tipo de juguetes quería jugar. Estuve llena de barbies, muñecas y nenucos. Y en su momento, fue suficiente y no me lo cuestioné.

No fue una, ni dos, ni pocas las veces en que me repelió el concepto “feminismo”. Incluso recuerdo con no poca vergüenza haber usado la palabra “feminazi” o poner los ojos en blanco cuando una mujer se autodenominaba feminista. Ese es mi pasado, afortunadamente aprendí de qué se trata en realidad.

Lo más impresionante, es que no sabía nada de feminismo, sólo lo que escuchaba por acá o por allá, en las redes y en mis círculos sociales. Qué mal hábito tenemos: el despreciar una idea sin conocerla a profundidad.

El feminismo no lo encontré antes, porque lamentablemente la sociedad está diseñada para que las mujeres no seamos feministas. Como lo muestra la publicidad, los estereotipos, los roles, los espacios culturales, las ciencias y las ingenierías, llenas de hombres. La literatura, escrita en su mayoría por ellos. Ellos nos enseñaron a vernos a través de sus ojos, mucho tiempo nos vimos, y aún en ciertos momentos y espacios nos vemos, a través de los ojos de los hombres.

El feminismo es algo que tuve que buscar, entender y aceptar. Pues al menos cuando estudié, en ningún nivel, ni siquiera en licenciatura, me enseñaron con perspectiva de género.

Definición

Hay muchos significados y estudios sobre el término feminismo. Discusiones sobre quién es, quién no, y cómo entenderlo. Te compartiré la definición del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Berlín, porque su definición me parece muy completa y sencilla de entender.

“El feminismo es un conjunto de teorías sociales y de prácticas políticas en abierta oposición a concepciones del mundo que excluyen la experiencia femenina de su horizonte epistemológico y político. El feminismo revela y critica la desigualdad entre los sexos y entre los géneros a la vez que reclama y promueve los derechos e intereses de las mujeres”.

Eso es. Somos mujeres que nos vemos y sentimos excluidas en relación con el género opuesto, y cuestionamos las concepciones del mundo a través de prácticas políticas y teorías sociales. Para la obtención de la igualdad y derechos. Es más simple de lo que creemos.

Afortunadamente, existe mucha bibliografía al respecto. Si quieres puedes acceder a un breve resumen aquí: “Historias del Feminismo”.

Para qué sirve el feminismo

  • Precisamente para que las niñas crezcan en libertad de poder ser quienes ellas quieran. Sin que les den una muñeca y una carreola como única forma de esparcimiento.
  • De adolescentes, identifiquemos desde nuestro primer noviazgo cuando están ejerciendo violencia sobre nosotras. Pues la violencia no es sólo física, y es algo que me costó más de 25 años entender.
  • Como adultas, aspiremos a puestos de trabajo de acuerdo a nuestra capacidad y nivel de estudios y no permitamos que por ser mujeres nos releguen a puestos inferiores.
  • Para tener libertad de movimiento en los espacios, en las calles. Sin normalizar lo que mal se conoce como ser “piropeadas”.
  • Definitivamente: Para construir un mundo mejor, más pacífico e igualitario.

En su momento sirvió para acceder al voto, a la educación de nivel superior, recibir un salario justo y digno por hacer el mismo trabajo, tener propiedades a nuestro nombre, decidir si casarnos o no. Entre otros logros, pero es que estos dependen del país del que estemos hablando.

Y eso lo obviamos, se nos olvida y lo damos por hecho porque ya sucedió gracias a estos movimientos. Pero no, no debemos olvidarnos ni obviarlos. Se lo debemos a nuestras ancestras mujeres. Es más, el tan sólo estar escribiendo este artículo hoy, se los debo a ellas. Gracias. También, en su tiempo, ellas fueron mal vistas y juzgadas, como sabemos ahora nos miran a alguna de nosotras. Entonces: ¿Qué haremos? ¿Qué nos toca lograr ahora en este tiempo? ¿Qué derechos dejaremos a las mujeres del futuro?

¿Les parece injusto, inusual, del otro mundo el feminismo?

Si sí, creo que hace falta desarrollar la empatía. Como hombres (pues su desarrollo social y cultural es muy diferente) hacia las mujeres. Y como “mujeres privilegiadas” (que a lo mejor NO identifican la desigualdad como su realidad) hacia las otras mujeres, hacia la mayoría de las mujeres.

Con un simple ejercicio de introspección, de conciencia, de leer las noticias, conocer los hechos y cifras, estoy segura desarrollarían esa empatía. Todo está ahí, ante nuestros ojos. Lo que nos cuesta es mirar al otro, en este caso a la otra, en una situación que no sea la mía. Y con ello, la desigualdad de género se sigue reproduciendo.

¿Cómo ser feminista?

No te preocupes, no hay una forma. Y se dice que no hay un sólo tipo de feminismo, lo que hay son feminismos. Tema de otro artículo. Eso sí les aseguro, una vez que te vuelves feminista, no hay marcha atrás. Una vez que eres consciente de la problemática de millones de niñas y mujeres en el mundo, por el simple hecho de nacer mujeres en una sociedad desigual, no lo puedes ignorar, nunca más.

Te recomiendo para ello el libro “Feminismo para no Feministas” de Rosario Hérnandez Catalán, que a través de entrevistas, anécdotas del movimiento, de analogías y como ella misma lo dice desde el “lo comprendo, comprendo que no seas feminista”, te enseñará todo lo que necesitas saber del tema. De verdad, el puro prólogo vale toda la gracia.

Para finalizar, por favor que quede muy claro:

El feminismo no va en contra de los hombres. Las feministas no odiamos a los hombres. El feminismo va en contra de las violencias machistas, ejercidas en su mayoría, por lo hombres.

Va en contra de acciones, como la violencia. No en contra de un género.

- Anuncio -
Artículo anteriorAnimatrónica: del circuito al tercer acto, robots actores
Artículo siguientePapumba, educación líder en el mundo
Literatura. Naturaleza. Meditación. Viajes. Música. Tortugas. Feminista. Prefiero los puntos que las comas.