¿Recuerdas esas majestuosas vistas desde el asiento pegado a la ventanilla de un avión?
Si alguna vez te has sentado en ese lugar privilegiado dentro de un avión, posiblemente habrás visto los motores que impulsan este enorme vehículo en el que viajas; los cuales usan combustibles fósiles.
El líquido que se quema en esas grandes turbinas, se llama turbosina y es uno de los mayores causantes de liberar emisiones de Gases de Efecto Invernadero a la atmósfera (GEI).
Atributos negativos de una aeronave al despegar
En un cálculo que hicimos en la web carboonfootprint, el tomar un vuelo de alguna aerolínea económica con el avión lleno, en un viaje que dure alrededor de 1 hora (como de CDMX a Acapulco), libera 15.8 toneladas de CO2 por cada despegue; lo mismo que consumir más de 2.5 toneladas de carne de vaca al año.
Esta enorme liberación de GEI, se debe a la cantidad de energía que necesita una aeronave para avanzar. El avión promedio supera rápidamente los 300 km/h, y en su mayoría superan los 700 km/h.
Para eso, requiere quemar al menos 3 kg de combustible cada km recorrido. Y eso significa un consumo energético de 35.7 kWh por cada km.
Es decir, en el ejemplo anterior, viajar desde el aeropuerto internacional Benito Juárez en dirección a Acapulco (400 km aproximadamente), consumiría 14 280 kWh en total.
Para tener un punto de comparación, 47 casas con aire acondicionado y en alta demanda de energía, gastarían eso mismo durante un año; según datos del portal de la Cámara de Diputados.
Un futuro más innovador: uso de energía eléctrica
Un equipo de investigación de la Universidad Nacional de Aviación de Ucrania pronostica que para 2050 la tecnología permitirá ahorrar el 40% de combustible que hoy se usa para la aviación mundial, y posiblemente, se consiga una reducción del 90% de los GEI.
Para ello proponen el uso de vehículos voladores eléctricos, como drones-taxi, helicópteros para distancias cercanas y aviones de carga pequeños para la distribución de mercancías en zonas cercanas a las ciudades.
Pero ¿Es posible tener tanta energía disponible en un avión para usarse en un motor eléctrico?
Esta pregunta debe explicarse desde lo que conocemos como sistema de almacenamiento de energía, y que casi siempre se asocia con una “batería”.
Dentro de ese dispositivo se guarda la energía mientras no se ocupa; sin embargo, en los vehículos de combustión interna, su sistema de almacenamiento es un tanque (como el de gasolina de los autos).
En un avión promedio el combustible a bordo puede llegar a representar un 50% de la masa total del avión; para transportar alrededor de 400 personas.
Esta distribución de mitad de peso, fue replicado por la startup e-Magnix en 2020, que usó un modelo pequeño de avioneta para 5 personas para realizar el vuelo de una aeronave eléctrica, enfocado en el transporte de personas más largo de la historia; completando más de 30 min de vuelo con 750 baterías de ion-litio de baja densidad energética.
Demostrando la viabilidad de usar motores eléctricos para alcanzar velocidades de vuelo mayores a 150 km/h con carga. Este hecho fue todo un hito en el sector, ya que la empresa ganó múltiples reconocimientos por las ideas en Energía y Movilidad; además de impulsar su objetivo en la creación de aeronaves eléctricas para pasajeros cada vez más pesadas.
Más casos de éxito
Otro hecho que estremeció el sector ocurrió a mediados de 2019, un año antes de su vuelo récord, se presentó el Eviation Alice; que despegará en algún momento de este 2021.
Este avión que puede transportar hasta 10 personas, es capaz de alcanzar velocidades de más de 400 km/h y cuenta con una autonomía de casi 1000 km, por lo que es una solución bastante más amigable para el medio-ambiente en viajes cortos; equiparables al que analizamos más arriba de Ciudad de México a Acapulco.
En el reporte de las tendencias del sector se presenta un ritmo de crecimiento de la inversión en el sector de aviación eléctrica de un 6% anual.
Empresas como Airbus, Boeing, Honeywell y Safran, lideran los esfuerzos por electrificar los vehículos que cruzan nuestros cielos. Prevén el 2050 como el año en que la industria en general ofrecerá todos sus vuelos en vehículos eléctricos; por lo cual nos espera una nueva era donde la aviación será impulsada por electrones.
Además del constante incremento en el costo de los combustibles, y que la crisis económica originada por la pandemia actual ha afectado gravemente al sector; las aeronaves eléctricas del futuro parecen ya comenzar a dar señales de vida.
Y tú… ¿En qué año crees que ya sea posible viajar a una aeronave totalmente eléctrica?