Sin duda cada día se vuelven más grandes los esfuerzos de entender más al cerebro y a todo lo que este genera, como pensamientos, sentimientos y emociones, para lo que se han hecho ya miles de investigaciones a lo largo del tiempo, pero hoy te compartimos el descubrimiento más relevante de la neurociencia en años.
Los científicos nos han explicado que cada emoción corresponde a alguna parte específica del cerebro, por ejemplo, el miedo estaba relacionado con la amígdala, pero la realidad es distinta a esa teoría.
Muchas veces una misma emoción activa no se relaciona de manera diferente en cada individuo, porque los estímulos son diferentes, la percepción es otra, incluso la intensidad de la emoción varía dependiendo de la persona.
Se han realizado 4 grandes meta análisis en las últimas dos décadas teniendo aproximadamente 22 mil sujetos de prueba y ninguno de los resultados mostró huellas digitales de emociones consistentes y específicas en el cuerpo.
¿Has escuchado que tu rostro delata tus emociones?
Pues no, estos estudios nos dicen que no hay una evidencia comprobable que diga que los músculos del rostro delatan la emoción, ya que no se encontraron huellas digitales predecibles para cada emoción.
Si bien cuando sentimos algo tenemos reacciones físicas, estas son diferentes en cada individuo, según vivencias y percepciones. Pasa mucho con las películas de terror, personalmente no puedo ver ni la película más mal elaborada, en cambio hay personas que pueden ver cualquier película incluso catalogadas con “clasificaciones especiales” o “sensibles” y no sentir ni una pizca de miedo. ¿A ti te dan miedo las películas de terror?
¿Cómo se construyen las emociones en el cerebro?
En cada momento de tu vida el cerebro recopila sensaciones, emociones y significados, y los va guardando para utilizarlos después, y los organiza en conceptos. Para organizar las acciones y dar significado a las sensaciones. En el caso de las emociones se genera todo este proceso y es por eso que se conoce como “Teoría de la emoción construida”.
Es decir:
el cerebro recibe estímulos externos que son procesados por el cerebro. y usando las mejores predicciones del cerebro, basados en sus experiencias individuales, es que se constituye la emoción que será diferente para cada individuo siempre.
Las emociones serán diferentes siempre, porque el cerebro genera las predicciones de los estímulos externos, y confirma dichas predicciones con predicciones previas, luego procesará la información, si estas predicciones pasadas son diferentes a los resultados que se esperaba, el cerebro actualiza con las nuevas predicciones.
Pondremos un ejemplo para explicar el párrafo anterior.
Digamos que a una persona que le gustan las serpientes, quizás sepa manejarlas, haya leído o formándose para interactuar con ellas, a diferencia de una persona que haya tenido una mala experiencia con ellas de manera previa. Suena lógico afirmar que la emoción de una y de otra persona al ver a una serpiente será completamente diferente. Para una de ellas habrá un estímulo positivo y para la otra uno negativo ante la misma experiencia.
Entendemos que este es un tema muy complejo y extenso, por lo que te dejamos un video muy sencillo para que puedas conocer más sobre esta teoría.