Durante la noche del 30 de abril apreciamos un insólito fenómeno denominado luna negra
El fenómeno de la luna negra es común una vez al mes. Sin embargo, presenciarlo en dos ocasiones en insólito. Las cuatro fases de la luna (cuarto creciente, cuarto menguante, luna llena y luna nueva) están presentes todo el año. Incluso los meses surgieron del tiempo en que lleva volver a ver la misma fase. Es justamente por esta razón que es fenómeno se consideró insólito.
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La luna negra
La luna negra toma este nombre debido a las muy contadas ocasiones donde es posible apreciar una segunda luna nueva en un mismo mes. Recordemos que la luna nueva es el momento en que se alinean Sol, Tierra y Luna. Esta última, en medio de los dos primeros. Es por ello que, al mirar al Sol, queda la luna mostrando su cara completamente oscura.
Es por esta razón que la luna nueva no se ven. Salvo en los eclipses de Sol cuando la alineación es perfecta y nuestro satélite se encarga de ocultar el astro rey. Regresando a las lunas nuevas, están no solo marcan el inicio del calendario lunar. También brindan una oportunidad única de contemplar la noche.
El efecto de la luna nueva
El objeto lunar con su cara iluminada resulta un fenómeno increíblemente hermoso de la naturaleza. Su brilla provoca que nuestros ojos disminuyan la sensibilidad nocturna y dejemos de ver las estrellas más tenues.
En las noches, no es posible apreciar la blanca y radiante figura de la luna nueva. Por ello, los astros parecen resplandecer con una fuerza inusual a la que estamos acostumbrados. Estas son oportunidades exclusivas que tenemos para salir y explorar el firmamento desde nuestro planeta.
La noche del sábado fue el escenario ideal para dibujar constelaciones, observar planetas después de la medianoche y reencontrarnos con las Tres Marías. Para conseguirlo, resultaron ideales los lugares más despejados posibles. Por ejemplo, un parque o una plaza.
