El planeta Tierra posee la increíble capacidad de sanarse a sí mismo. Sin embargo, este proceso es bastante lento y se agrava con la actividad humana
Desde la concepción de la humanidad, el planeta Tierra y el significado de la vida han experimentado un drástico cambio. Si bien, existe evidencia de catástrofes y extinción de algunas especies, estos problemas parecen ser más intensos con la actividad humana. Sin embargo, no todo es tan desalentador. Actualmente, contamos con varias alternativas que nos pueden ayudar a cambiar este panorama.
Es bien sabido el impacto de la actividad humana en el planeta Tierra. Sin embargo, en este punto de la vida, más que escuchar problemas, necesitamos soluciones. Alternativas sobre cómo hacer de nuestro hogar un mejor sitio digno para las futuras generaciones.
Quizá te interese: La Tierra, el único planeta habitable de la galaxia
Entendiendo la problemática
Para conocer las posibles soluciones, primero es necesario saber cuáles son las problemáticas más graves que requieren de nuestra inmediata atención. Estos problemas son la quema de carbono, petróleo y gas. La explotación de estos recursos tiene como consecuencia el calentamiento drástico de la temperatura del planeta.
La quema de estos combustibles también está alterando la química y física fundamental de nuestro aire y océanos. Cada trozo de carbono o litio quemado, libera dióxido de carbono a la atmosfera. Como resultado se calienta la superficie de la Tierra dando lugar a inundaciones, incendios y sequías.
Por si esto no fuera suficiente, parte de este dióxido de carbono añadido se disuelve en los océanos, volviéndolos más ácidos. Esto, amenaza las redes alimentarias de los océanos. Así que la forma en que podemos revertir esta alteración es detener la quema de carbono.
Por si te lo perdiste: Las energías limpias siguen sin superar al petróleo y gas
¿Cómo revertir el cambio climático?
Esto significa que los países deben centrar sus esfuerzos para construir un sistema energético que se posicione como una alternativa viable, en costes, recursos y beneficios tanto para el ser humano como el planeta y así, conseguir una adopción favorable.
De momento, tenemos a nuestro alcance alternativas que producen electricidad a partir de energía solar, eólica y geotérmica. Energías que se presentan en el mercado como más baratas. Sin embargo, parecen enfrentar un inconveniente que evita su adopción en masa: desequilibrio energético.
En caso de que estas alternativas puedan mejorar los inconvenientes, es posible, entonces, que pueda limpiarse el suministro global de electricidad para electrificar a las comunidades, pausando significativamente la contaminación por carbono.
Otras alternativas podrían ser la movilidad, cocinas y fábricas eléctricas. Para reducir aún más este deterioro, podrían implementarse, incluso, nuevos tipos de sistemas de transmisión y almacenamiento que permitan transporta la energía limpia desde donde se produce hasta donde se utiliza.
A simple vista, parece algo complicado o imposible de alcanzar. Sin embargo, a lo largo de los años, la humanidad se ha demostrado una y otra vez que no conoce los imposibles. Somos capaces de volar por los aires como las aves, hasta salir de nuestro hogar (la Tierra) para explorar el espacio. La solución puede estar por ahí. Oculta en algún lugar de la Tierra o en la mente de alguna persona, esperando ser descubierta.