Pasos indispensables para impartir un curso en línea

Una joven participa en un curso virtual en su computadora. A su lado aparecen útiles escolares.

La crisis sanitaria provocada por el SARS-CoV-2 ha forzado a las comunidades del mundo a buscar nuevas modalidades para desarrollar actividades cotidianas. En el ámbito educativo, las medidas de distanciamiento social han impulsado la migración hacia espacios en los que sea posible aprender de forma segura. Cada vez es más común encontrar que empresas o particulares hacen uso de herramientas digitales para ofrecer cursos en línea.

Estas herramientas se encuentran al alcance del público en general y pueden ser utilizadas para trabajar en cualquier área del conocimiento. Sin embargo, hay ciertos principios de enseñanza que permiten asegurar un desarrollo efectivo. A continuación, algunos pasos a seguir al momento de diseñar e impartir un curso virtual.

1. Seleccionar la plataforma adecuada

Existe una gran variedad de opciones gratuitas para que los usuarios construyan espacios educativos. Para seleccionar una plataforma, hay que considerar el contenido que deseamos ofrecer, el tiempo con el que disponemos, el público objetivo y la remuneración económica que buscamos

Las aplicaciones de videoconferencia son útiles cuando se pretende impartir un curso virtual de corta duración, orientado al diálogo y posiblemente de una sola vez. Algunos ejemplos son Zoom, Google Meet o Microsoft Teams. Por otro lado, herramientas como Google Classroom, Udemy o Khan Academy son plataformas más complejas, apropiadas para cursos con mayor diversidad de materiales, de mayor duración o con los cuales se busque llegar a una población más grande. Es recomendable explorar las opciones disponibles para encontrar la que mejor se adapte a nuestras necesidades.

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2. Delimitar y dominar el contenido

Otro de los factores que determinan la calidad de un curso en línea es el conocimiento que se moviliza al interior del mismo. En concordancia con principios éticos, debemos apegarnos a las áreas en las que hayamos recibido una formación desde la que podamos actuar con fundamento. Esta puede derivarse de estudios profesionales, seminarios, talleres o acreditaciones.

También es importante reconocer que ser competentes en un área del conocimiento no siempre es sinónimo de estar preparados para enseñar en esa misma área. Una vez realizadas estas precisiones, es necesario considerar el contenido en relación con la duración del curso. Es preferible definir conocimientos concretos que se afiancen con seguridad, que intentar abordar temáticas demasiado extensas o complicadas para el tiempo disponible.

3. Planificar el curso en línea

Una planeación detallada permite mantener el control del curso y asegurar que todos sus elementos se encuentren alineados. Se requiere un objetivo claro, que funcione como referente para organizar el contenido, establecer las actividades del curso y seleccionar la bibliografía y los materiales necesarios. Durante la fase de planeación también debemos definir los tiempos aproximados para cada momento del curso: introducción, desarrollo y conclusión.

4. Experimentar para ajustar

El ensayo es fundamental en caso de que se opte por diseñar un curso sincrónico, que involucre nuestra participación en tiempo real a través de videoconferencias. Poner a prueba la planeación a través de sesiones en solitario o con un grupo de apoyo permite identificar aspectos a mejorar dentro del curso. Además, estas sesiones proporcionan un espacio para experimentar, practicar el discurso y aliviar la tensión que a veces surge al hablar en público.

5. Interactuar con la audiencia del curso en línea

Es vital dirigirnos a quien acude al curso, ya sea a través del texto escrito o durante las intervenciones de una conferencia. De este modo, los integrantes se sienten como participantes capaces de aportar al intercambio de conocimiento y no como simples espectadores. Algunas estrategias para lograrlo son: realizar preguntas abiertas, abrir espacios para comentarios o incluir foros de retroalimentación entre pares.

Por último, no basta con seguir los pasos de manera lineal y aislada. Un ambiente propicio de aprendizaje se construye a través de la práctica, el estudio y la revisión constante e integral de sus elementos.

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Docente de lengua y literatura. Apasionado por la educación, la lingüística y la investigación.