Ansiedad y depresión en ti y en tu equipo de trabajo

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Uno de los grandes errores de los empresarios es desconocer los mensajes de las manifestaciones emocionales, como la ansiedad y depresión, propios y de sus equipos.

La ansiedad y la depresión

Los números de casos de estos estados emocionales han aumentado a nivel global y, por supuesto, en México también: se calcula que el 14.3% de la población en el país manifiesta ataques de ansiedad y existe un porcentaje similar para la depresión.

Y es que tú o tu equipo pueden tener ansiedad o depresión sin ni siquiera saberlo. Lo más grave es que si no se atiende de manera profesional y a tiempo, puede transformarse en situaciones tan graves, como el suicidio.

Tan sólo en 2017 el promedio de suicidios en el país alcanzó a 17 personas diarias. Y es muy probable que la estadística aumente cuando se incluyan los resultados como consecuencia del COVID-19. Entonces…

¿Cómo saber si tú o alguien de tu equipo está en un proceso de ansiedad o de depresión?

Lo primero es entender la diferencia. A simple modo, se pueden definir de la siguiente manera:

La depresión se manifiesta cuando hay pensamientos recurrentes y hasta obsesivos del pasado y estos pensamientos están relacionados con pérdidas o tristezas. En pocas palabras, es estar en el pasado. En cambio, la ansiedad es querer controlar el futuro. Es querer tener una certeza fehaciente de lo que va a ocurrir. En ambos casi, ni puedes cambiar el pasado ni controlar el futuro.

Tristeza y angustia

Ambas manifestaciones emocionales provienen de una central: la tristeza.Ésta surge porque en tu mente la interpretación del evento está relacionada con una pérdida. Cuando esa manifestación se agudiza puedes entrar en procesos de ansiedad o de depresión.

También existe la angustia, tanto es parecida a la ansiedad. La diferencia principal es que en la ansiedad hay exceso de energía, nerviosismo y una aceleración; mientras que en la angustia hay parálisis o bloqueo, esto lo vives como si no pudieras mover, es un “no puedo accionar”.

Síntomas

Una persona con ansiedad presenta algunas de las siguientes conductas:

  • Piensan demasiado antes de ponerse en acción.
  • Tendencias al pesimismo o mensajes con carga negativa.
  • Preocupados por lo que pueda ocurrir en el futuro.
  • No aceptan retroalimentación fácilmente.
  • Se juzgan a sí mismas.
  • Cualquier cosa que no llegue a los estándares de extraordinario, es un fracaso.

Una persona con ansiedad también se vuelve monotemática: sólo habla del problema y de sus consecuencias, pero no de la solución. En cuanto a sus manifestaciones están:

  • Nerviosismo y agitación.
  • Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe.
  • Aumento de ritmo cardiaco, palpitaciones.
  • Sensación de ahogo, respiración acelerada (hiperventilación).
  • Sudoración, escalofríos.
  • Temblores.
  • Opresión en el pecho.
  • Pánico.
  • Náuseas.
  • Mareo o desmayo.
  • Entumecimiento y hormigueo.

En cambio, una persona en depresión manifiesta las siguientes conductas:

  • Tristeza, desesperanza, poca energía y vacío.
  • Poco interés en las cosas.
  • Dificultad para tomar decisiones.
  • Poca concentración o dificultad para articular los pensamientos.
  • Culpa, autorreproche o sensación de que no sirven para nada.

En cuanto a sus manifestaciones físicas, se encuentran:

  • Insomnio o dormir todo el día.
  • Cansancio, poca energía.
  • Falta de apetito o querer comer todo el tiempo.
  • Irritabilidad.

¿Qué puedes hacer al respecto?

Puedes aplicar ciertas herramientas para apoyarte a ti o a las personas de tu equipo. Mi primera recomendación es que ante la duda, busques a un profesional para saber qué hacer. Mientras eso ocurre, puedes trabajar de las siguientes maneras:

El aquí y el ahora

El gran tema con la ansiedad y la depresión es que estás relacionadas con la sensación de vacío, de pérdida o con la emoción de la tristeza. Una de las maneras más potentes de trabajar esta mentalidad es traer tu persona al aquí y al ahora. Conectarte con tus sensaciones en ese momento: qué sientes, a qué te sabe la comida, cómo estás sentado, qué detalles observas de tu alrededor.

El reencuadre

Una vez que se encuentra en el aquí y el ahora, es importante hacer un procedimiento que se le llama “el reencuadre”, que es básicamente cambiar tu interpretación del pasado o de querer controlar el futuro. Esto se hace con preguntas como:

¿Qué se puede hacer diferente? ¿Cómo se puede comunicar distinto? ¿Quién sí lo sabe resolver? ¿Con quién lo puede platicar o hacer equipo? Todo esto con la idea de comenzar a enfocar a tu pensamiento en la solución del problema y no en éste.

Provocar un diálogo

La tercera herramienta es que a través de preguntas abiertas puedas provocar un diálogo y encontrar un resultado favorable. Debes explorar maneras distintas de mirar los eventos con una nueva interpretación “más positiva”. En este proceso es importante revisar que tu discurso incluya expresiones de posibilidad. Se pueden sugerir formas distintas de expresarse como las siguientes:

Ejemplo: Si yo intento platicar con mis compañeros, ellos me van a juzgar y eso será un desastre.

Cambiarlo por: Si yo intento platicar con mis compañeros, ellos me van a juzgar y quizás no me guste, pero voy a buscar tolerarlo.

Ejemplo: Yo sé que si hago eso, voy a fracasar.

Cambiarlo por: Yo sé que si yo hago eso puedo fracasar, pero no significa que no voy a tener éxito si lo intento de nuevo. Y hasta quizás me salga bien la primera vez si lo intento.

Químicamente, al manifestarse la ansiedad o la depresión hay un cambio en los neurotransmisores en tu cerebro, y si sus manifestaciones son muy críticas o notorias será importante que acudas tú o el personal de tu equipo a un psiquiatra para poder apoyar a la persona con medicamentos controlados, como antidepresivos o ansiolíticos.

 Como líder de tu compañía te conviene estar cerca y muy atento de tu equipo, así como que alguien cuide también de ti.

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Saskia de Winter Castillo
Entrenadora, conferencista, psicoterapeuta, coach desde hace 20 años en desarrollo humano, ventas y negociación en Latinoamérica y España. Certificados en 5 países incluyendo Estados Unidos e Israel. Libro: "La incertidumbre genera abundancia".